En el corazón del Eixample barcelonés se encuentra uno de esos bares que parecen haberse mantenido intactos a lo largo del tiempo: el bar Morryssom. Situado en la calle Girona, número 162, este bar de tapas es un verdadero refugio para aquellos que buscan un ambiente tradicional, sin la invasión de turistas que suele marcar la oferta gastronómica de la ciudad. En el Morryssom, el cliente local es el protagonista, y eso se nota tanto en el ambiente como en la carta.

El Morryssom es un bar de toda la vida, de esos que cuesta encontrar en una Barcelona cada vez más dominada por locales enfocados al turismo. Con un ambiente informal, una atención simpática y familiar, y una cocina de mercado que destaca por su calidad, este rincón del Eixample se ha ganado el corazón de sus fieles clientes.

Tapas clásicas y platos irresistibles

El menú del Morryssom es un reflejo de la gastronomía más tradicional, con platos que van desde las tapas más típicas hasta suculentos guisos. Entre sus estrellas culinarias se encuentran las tortillas XXL, un clásico que no puedes dejar de probar si visitas el bar. Estas tortillas no solo sorprenden por su tamaño, sino también por su sabor, siempre jugosas y bien elaboradas.

Otro de los platos que arrasa son las bravas, servidas con una salsa deliciosa que las convierte en una de las mejores de la zona. Las patatas, perfectamente crujientes por fuera y tiernas por dentro, hacen de cada bocado una auténtica experiencia. Además, no se puede hablar del Morryssom sin mencionar su pulpo a la gallega, uno de los platos más solicitados por los clientes habituales.

Un plato de pulpo a la gallega del bar GOOGLE MAPS

Un menú diario para todos los gustos

El Morryssom también se distingue por su menú diario, que ofrece una selección de platos frescos y de temporada, siempre utilizando productos de mercado de alta calidad. A pesar de su popularidad, el bar ha sabido mantener precios asequibles, lo que lo convierte en una excelente opción tanto para una comida rápida como para disfrutar de una cena más relajada.

Este bar de tapas tradicional es perfecto para aquellos que buscan disfrutar de una comida auténtica en un ambiente sin pretensiones, donde la comida y el trato cercano son los protagonistas. Si bien su éxito ha crecido, el Morryssom sigue siendo un lugar donde los vecinos del Eixample se sienten como en casa, y eso es parte de su encanto.

Sin turistas, solo sabor local

Uno de los grandes atractivos del bar Morryssom es que, a pesar de su ubicación céntrica, sigue siendo un lugar prácticamente libre de turistas. Esto lo convierte en un espacio ideal para quienes desean disfrutar de la auténtica comida de barrio, sin las multitudes habituales en otras partes de la ciudad.

Así que si buscas un lugar donde puedas saborear tortillas XXL, bravas irresistibles y otras tapas clásicas en un ambiente familiar y acogedor, el bar Morryssom es, sin duda, una parada obligatoria.