De los creadores de Bar Pimentel (del que ya hemos hablado en más de una ocasión) nace en Barcelona Casa Pepi, un pequeño restaurante de cocina tradicional pensado para hacer sentir al comensal mejor que en su propia casa. Ubicado en el corazón de El Clot (calle Sequia Comtal, 8), esta nueva propuesta gastronómica llega para llevar la sencillez a un nuevo nivel de excelencia, con toda la calidez de una casa de comidas.
Las tres premisas bajo las que abre el restaurante son claras: comida casera, buen servicio y ambiente familiar. En definitiva, un lugar abierto a los vecinos de la zona y al resto de barceloneses que quieran disfrutar de tapas tradicionales de la gastronomía catalana y platillos que aderezan la carta con originalidad.
Homenaje a la cocina tradicional
Una propuesta gastronómica de carácter, con especialidades con esencia castiza y catalana, que homenajea platos que se han convertido ya en universales, como las gildas y las croquetas, de cecina, queso y cebolla caramelizada, jamón ibérico y pollo de corral y gambón; o la clásica ensaladilla rusa con piparras y picos de jerez; unos infalibles huevos rellenos de atún; además de tres imprescindibles de la cocina catalana, la bomba de carne con alioli; la coca de recapte con butifarra y escalivada; y el bacalao con sanfaina.
Por no olvidar aquellos platos que forman parte de nuestro imaginario colectivo, como los callos (versionados por la Pepi), las albóndigas con setas o la chistorra a la sidra. Capítulo especial tienen sus tortillas, una opción que no puede faltar en una casa de comidas, ofreciéndolas con bacalao y piparras y en su versión abierta con morcilla, piparras y piñones.
‘Best sellers’ de Casa Pepi
En su carta también hay lugar para manjares más especiales que recorren desde el mar a la montaña, como las zamburiñas con tomate confitado y perejil (las mismas que sirven en Bar Pimentel); el foie marino caramelizado con manzana; o el tartar de corvina y emulsión de escabeche, hasta la oreja frita con romesco y el carré de cordero a la miel y gratén de patata.
El viaje por los recuerdos y los sabores de antaño termina con postres icónicos como arroz con leche, tocinillo de cielo (nuestra recomendación), crema catalana o torrija, el broche de oro imprescindible a un menú de tapas y platos de cuchara que nos recuerdan a las comidas familiares de ahora y siempre.
Y una buena comida casera solo puede ir salpimentada con una decoración que recuerda al salón de la abuela, donde conviven diferentes recuerdos, texturas y formas que dotan al lugar de una personalidad excéntrica que recuerda al imaginario Almodóvar. El color verde botella es el protagonista, pero convive con detalles en vibrante rojo carmesí, baldosas con divertidas formas, cuadros, fotografías y frases repartidas por toda la estancia, además de un jardín interior que recuerda a un patio andaluz, dotando al lugar de un carácter kitsch a la par de la estética del director manchego.
El alma del restaurante
Casa Pepi es una creación del Grup Amiks, encabezado por Martín Pimentel, ideador de otras propuestas que destacan en el panorama gastronómico barcelonés como Bar Pimentel, V de Vermut, Culkin y Piel de Gallina. El espacio es un homenaje a José María Ferraz aka la Pepi, que con su trabajo de dirección ha ayudado a que todos los locales del grupo hayan conseguido desarrollar una personalidad única en la que el cuidado al detalle es lo más importante.