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Barcelona nunca ha tenido problemas para reinventarse como escenario de experiencias únicas. Pero esta vez, no se trata de arquitectura, conciertos ni festivales gastronómicos.

Esta vez, el protagonismo se lo lleva una copa: un cóctel llamado Time in Your Lips, que se sirve por la friolera de 1.000 euros en Shôko Restaurante & Lounge, uno de los clubes más conocidos de la ciudad y que recientemente fue nombrado el séptimo mejor del mundo según la lista The World's 100 Best Clubs 2024.

Ubicado en el Paseo Marítimo, a escasos metros de la playa y rodeado de la energía vibrante de la noche barcelonesa, Shôko es un híbrido entre restaurante de fusión asiático-mediterránea y discoteca de referencia para locales y turistas. Pero este verano ha decidido dar un paso más allá en la carrera por la exclusividad: lanzar el cóctel más caro de España.

Exterior de la discoteca Shoko de Barcelona en una imagen de archivo

Un cóctel que se convierte en espectáculo

La bebida, elaborada por el premiado bartender Yeray Monforte, no es un simple cóctel, sino una propuesta diseñada para activar todos los sentidos.

Se compone de champán Louis Roederer Cristal Rosé 2014 —una de las botellas más cotizadas del mundo del lujo líquido—, tequila Gran Patrón Burdeos —con un valor en el mercado que ronda los 750 euros— y oro comestible de 25 quilates flotando en suspensión.

Pero la experiencia no acaba ahí: el cóctel llega acompañado de ostras frescas de Normandía y caviar beluga de la firma Real Caviar.

El ritual, casi ceremonial, incluye dejar la botella de champán sobre la mesa como recuerdo tangible de la experiencia, un gesto que refuerza la idea de que este cóctel no es una bebida, sino una historia que contar. Curiosamente, esa misma botella de champán cuesta 1.200 euros en la zona VIP del club, por lo que pedir el cóctel resulta —paradójicamente— más económico.

Interior de la discoteca Shôko de Barcelona / SHÔKO

La coctelería como pasarela del lujo

Detrás de esta apuesta está también la creciente tendencia global de utilizar la gastronomía y la mixología como vehículos para el lujo experiencial.

Ya no basta con ofrecer productos caros; ahora se exige un relato, una estética y una puesta en escena que conecten con el universo digital. En otras palabras: si no es instagrameable, no es suficiente.

Yeray Monforte, conocido por llevar la coctelería a terrenos creativos inesperados, ha diseñado además una carta más accesible e imaginativa para el resto del público, con combinaciones como la Banana Colada, el Cheesecake Cosmopolitan o el Mango Caipirinha por unos 16 euros. Pero Time in Your Lips está en otra categoría: es una declaración de intenciones, una postal líquida que combina exceso, diseño y exclusividad.

Una imagen de archivo de la discoteca Shoko, una de las mejores discotecas de Barcelona / site oficial SHOKO

¿Qué compramos cuando compramos lujo?

La aparición de productos como este no es casual. En un mundo en el que la experiencia personal se ha convertido en moneda social, el consumo de lujo ha mutado hacia lo intangible.

El oro no tiene sabor, pero flotar en una copa de champán con caviar y mar frente al Mediterráneo es algo que muchos quieren contar. Y en ese relato, el valor real no siempre está en los ingredientes, sino en la emoción de haberlo vivido (y publicado).

Aunque para muchos el precio de este cóctel puede resultar absurdo, no deja de ser reflejo de una época: la del hedonismo digital, donde el lujo se mide en likes, titulares y momentos efímeros. En ese contexto, Time in Your Lips no es solo una bebida, sino un espejo de una generación que busca intensidad en cada sorbo… siempre que se pueda pagar.

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