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Hay un nuevo boom en Barcelona que rescata lo cotidiano: Bar Canyí, en Sant Antoni, mezcla cocina de barrio con la alta gastronomía.

Detrás del proyecto están los chefs Francesc Beltri y Nicolás de la Vega, que querían algo distinto: recuperar la barra, los guisos de toda la vida y los platos que guardan memoria.

Bar Canyí se define como cocina “neotradicional de mercado”: una carta que varía según lo que el mercado ofrezca cada día y lo que marque la temporada, pero con clásicos fijos que ya tienen su público. 

Platos

Entre sus platos más aplaudidos están las bravas, las bombas, las croquetas de sepia y gamba, la ensaladilla rusa, el escabeche de níscalos, los callos, capipota y albóndigas con sepia. También se destaca la reinterpretación del bocadillo de calamar a la plancha, el típico madrileño. 

Otro de los protagonistas es el arroz caldoso de capipota y encurtidos. La carta está escrita en una pizarra gigante que recorre el local para que todo el mundo vea lo que hay, lo que llega, lo que se cuece. 

Reinterpretación del bocadillo de calamares madrileño Bar Canyí

Precios

Una de las ideas clave del bar es que cualquiera pueda comer bien a precios populares: hay opciones para picar por entre 10 y 30 euros, según lo que pidas; el ticket medio para una comida completa suele estar entre 25-35 euros.

Lo importante es que la calidad sea alta, y por eso se utiliza producto fresco con ingredientes de calidad para cocinar guisos con historia sin excesos.

Además de la comida, la oferta de bebidas no se queda atrás: unos trece vinos andaluces generosos, espumosos, blancos, rosados y tintos de bodegas catalanas y españolas, todo servido por copas y botellas. 

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