El incivismo en las plazas de Gràcia no entiende de estaciones. Da igual que sea verano o invierno, el ruido, la suciedad, el alcohol y las pintadas están presentes durante todo el año. Los vecinos de las principales plazas de Gràcia están cansados de la situación, que viene de lejos: por las noches no pueden pegar ojo. El problema ahora no solo se focaliza en las plazas del Sol, Revolució, Virreina o Diamant, sino que –como una plaga– se ha extendido a otras como la plaza de la Vila, la de Rovira i Trias o la del Nord.

“A partir de la una de la madrugada, cuando la policía echa a la gente de otras plazas, todos suben para aquí”, cuenta la presidenta de la Asociación de Vecinos de la plaza del Nord, Anna Tolosa, a Metrópoli Abierta. Esta plaza, que hasta hace unos años había vivido al margen del incivismo, hoy se encuentra con un grave problema de convivencia. “Esto es un tema de cada día. Sin ir más lejos, el sábado pasado hubo una fiesta impresionante... es surrealista”, lamenta.

TODAS LAS PLAZAS DE GRÀCIA A UNA

Ante la situación, los vecinos de las distintas plazas han decidido unir sus fuerzas e ir todos a una para que el regidor del distrito, Eloi Badia, lleve a cabo medidas que sirvan realmente. No basta con poner parques infantiles en las plazas. “Tendrían que poner multas a los que beben y hacen ruido, con expulsarlos no es suficiente”, incide la vecina.

Es por eso que el martes pasado se reunieron con los grupos políticos de la oposición (menos la CUP, que aún no se ha pronunciado al respecto) con el fin de buscar soluciones juntos. De esa (larga) cita, salió un manifiesto –escrito a cinco manos– que presentarán en el próximo Consejo Plenario el próximo miércoles.

LA OPOSICIÓN DEJA DE LADO SUS DIFERENCIAS

Así, los grupos de la oposición (GM Demòcrata, PSC, PP, Ciutadans y ERC) han dejado de lado sus diferencias (ideológicas) y han alzado la voz al unísono contra esta situación que es, ante todo –tal como destacan– un "asunto de derechos fundamentales y de vulneración de la calidad de vida".

En el manifiesto, al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, los partidos proponen una solución con una doble vertiente. Por un lado, tiene que haber un plan a largo plazo que redoble recursos y que proponga nuevas y mejores soluciones concretas a la realidad de cada plaza, puesto que cada una es diferente. Y, por otro lado, exigen una intervención inmediata de contención que garantice de nuevo sus derechos y que se permita el mismo disfrute del espacio público con numerosas actividades del tejido asociativo.

QUIEREN CONVOCAR UN PLENO EXTRAORDINARIO

En este sentido, la oposición acuerda convocar un Consejo Extraordinario del Distrito en el plazo de un mes para abordar de forma conjunta (con la ciudadanía) la problemática, partiendo de una visión global.

Jóvenes haciendo botellón en un portal durante la Festa Major de Gràcia | P.B. 



Asimismo, instan al Gobierno del Distrito a reformular su medida sobre la convivencia en las plazas, abriendo la puerta a las Mesas Ciudadanas. “Este asunto necesita un amplio consenso político”, comenta a este medio la consejera municipal del Grup Demòcrata, Berta Clemente, en nombre de los cinco partidos que firman la declaración.

LOS VECINOS SE MANIFESTARÁN EN LAS CALLES

Los vecinos, que no las tienen todas con que el asunto se arregle rápidamente, están preparando acciones en las calles que llevarán a cabo en caso de que el Gobierno se cruce de brazos. “Haremos una manifestación y cortaremos las calles”, confiesa Tolosa. Por ahora, solo queda esperar y ver qué sucede en el plenario.

Jóvenes haciendo botellón en el parque infantil de la plaza del Sol | P. B.



Gràcia hace tiempo que se ha convertido en un barrio de moda, frecuentado por jóvenes y todo tipo de turistas. Sin ir más lejos, las fiestas, tal como relató este medio, se han convertido en el colmo del jolgorio, un escenario propicio para el desmadre. Luego, cada fin de semana decenas de amigos se reúnen en las plazas para hacer botellón sin impunidad. Las escenas son cada vez más parecidas a las de Ciutat Vella. El olor a pis, las basuras a rebosar y la inseguridad están latentes. La situación es cada vez más dramática y es por eso que los vecinos piden una solución urgente.