Barcelona gastará 216.909 euros para mejorar el urbanismo del distrito de Gràcia. La alcaldesa Ada Colau quiere poner guapo al barrio y ha adjudicado un contrato para tal cometido, que ha recaído en la sociedad Jornet Llop Pastor SLP, un despacho de arquitectos formado por Sebastià Jornet, Carles Llop y Joan Enric Pastor, que, entre otros galardones, fueron Premio Cataluña de Urbanismo en 2005, 2009, 2013 y 2016, Premio Nacional de Urbanismo 2006, Premio Europeo de Urbanismo 2010. El concurso, convocado a finales del año pasado, se había paralizado por la crisis de la pandemia, pero en mayo se reanudó la tramitación de los expedientes y finalmente fue adjudicado el pasado 15 de mayo.
Entre las obras más conocidas de este despacho se encuentran la ordenación del frente marítimo de Tossa de Mar, el POUM de Valls, de Sant Andreu de la Barca, de Montmeló, de Sant Andreu de Llavaneres, de Oliana, de Mollerussa o de Castellar del Vallès, el recinto ferial y la transformación urbana del barrio de Sant Jaume de Tortosa, la ordenación urbanística del sector Sant Raimon de Penyafort y la calle Guipúzcoa de Sant Adrià del Besòs o la ordenación del nuevo barrio residencial de la península del lago Velence, en Gardony (Hungría). En Barcelona, fueron los responsables de la modificación del plan general metropolitano en el casco antiguo del Poblenou en el año 2010.
Un informe del Ayuntamiento de Barcelona detalla el cometido encargado a este gabinete de arquitectura: “El planeamiento objeto del contrato se desarrollará básicamente sobre los suelos ocupados por los tejidos históricos tradicionales de la Vila de Gràcia y ha de tener como objeto principal su estudio y la definición de los instrumentos urbanísticos para su conservación y mantenimiento. El plan tendrá que evaluar también como aspecto destacado las actividades actuales, las dotaciones y la estructura del parque de viviendas de los barrios incluidos con el objetivo de favorecer el mantenimiento y el fomento de los usos de vivienda y de las actividades que den servicio”.
UNA AUDITORÍA VEGETAL
El presupuesto del contrato se ha dividido en dos partes, a ejecutar durante este ejercicio y el próximo, aunque el grueso (aproximadamente las tres cuartas partes del proyecto) se llevarán a cabo durante el 2020. En el contrato se prevé que el presupuesto puede sufrir una modificación de, como máximo, el 5% del coste total por causas que en estos momentos son difíciles de predecir.
En el pliego de prescripciones técnicas redactado por el Ayuntamiento se especifica que estos trabajos “se enmarcan en las revisiones del planteamiento que ha ido impulsando el Ayuntamiento de Barcelona para adecuar la regulación urbanística del conjunto de los núcleos históricos tradicionales de la ciudad (Sarrià, Sant Andreu, Poblenou, Horta)”. Esta adecuación supondrá no sólo evaluar el patrimonio de construcciones y vegetal que tienen los barrios, sino también revisar el catálogo de protección del patrimonio histórico-artístico que se está redactando en la actualidad. Para poder acometer estos proyectos, el Ayuntamiento delimitó un ámbito de suspensión de licencias para poder llevar a caso las adecuaciones pertinentes y lo que podría llamarse una auditoría vegetal en esos enclaves.
DESCOMPACTAR EL BARRIO
El problema con que se encuentra el distrito de Gràcia es que es un barrio muy compacto pero que, en sus 212 hectáreas de superficie, “no tiene parques de dimensiones significativas. En este sentido, los espacios de interior de las manzanas suponen las últimas oportunidades de incorporación de mejoras ambientales en este tejido compacto. Con esta finalidad, el Ayuntamiento de Barcelona y el Distrito de Gràcia también han iniciado unos trabajos de evaluación de todo el arbolado y la vegetación de los barrios de la villa”. Los barrios donde más se tendrán que emplear a fondo los técnicos son Vila de Gràcia, Camp d’en Grassot, Gràcia nova, La Salut, Vallcarca y Penitents.
Por ello, el cometido del despacho es incorporar todas las medidas posibles para el mantenimiento de la vegetación, ya sea ésta pública o privada. “Se tendrá que evaluar la capacidad de las calles, las plazas y los interiores de islas para estructurar un sistema urbano eficiente y sostenible desde el punto de vista ambiental”. Los informes municipales recuerdan que la suspensión de licencias vigente “es una clara oportunidad para llevar a cabo la revisión y mejora de los objetivos de este plan y de las determinaciones generales en el marco de la propuesta de revisión del Plan General Metropolitano (PGM). La nueva definición de zonas y las ordenanzas de edificación han de ser las herramientas fundamentales para el mantenimiento, la rehabilitación y la mejora del paisaje urbano de las fachadas y del tejido construido”.
Para llevar a cabo el proyecto, el despacho contará con dos arquitectos pero también otros especialistas, como un proyectista, un abogado especialista en derecho urbanístico, un experto en patrimonio, otro en ciencias medioambientales, otro en economía urbana y otro en la elaboración de estudios de evaluación de Movilidad Generada.