El Ayuntamiento de Barcelona prepara el desalojo del casal Tres Lliris de Gràcia. La casa okupa, situada en la calle Nil i Fabra con Torrent de l'Olla, está estrechamente vinculada a Arran, las juventudes de la CUP. Otras organizaciones de extrema izquierda del barrio también desarrollan sus actividades en este casal. El local, que antiguamente servía como comisaría de la Policía Nacional, permanece okupado desde noviembre del 2015.
El Distrito de Gràcia, dirigido por Eloi Badia, anunció el pasado jueves que retiraba el permiso de actividad del casal, según ha avanzado L’Independent de Gràcia. Y es que la casa okupa operaba con total normalidad, después de que el Gobierno de Colau cediera el espacio municipal al colectivo en 2017 por cuatro años. Éstos eran prorrogables en caso de que los jóvenes cumplieran con una serie de requisitos establecidos en un convenio entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Associació Joves de Gràcia.
LOS OKUPAS NO PIDIERON LICENCIA
Entre ellos, se pedía que se garantizara la buena convivencia con los vecinos, que su actividad repercutiera de forma positiva en el barrio, que se hicieran una obras de adecuación y que el grupo pidiera al consistorio una licencia de actividad para legalizar su situación.
Pasados más de tres años, los okupas no han cumplido casi ninguna de las exigencias del consistorio barcelonés para permanecer en los bajos del número 17 de la calle Nil i Fabra.
El Ayuntamiento ha recibido múltiples quejas de los vecinos en todo este tiempo. Una situación que se ha agravado con la crisis del Covid-19. A las denuncias por ruido y beber en el espacio público se le han sumado las recientes quejas por incumplir varias medidas relacionadas con el coronavirus. Tampoco ha ayudado el hecho de que los okupas no hayan solicitado la licencia de actividad para legalizar su situación.
PAPEL DE LA FISCALÍA
Según fuentes vecinales consultadas por este medio, el consistorio llevaba años ignorando las denuncias relacionadas con el casal. La situación cambió cuando un grupo de vecinos llevó el caso a la Fiscalía de Barcelona, que trasladó las quejas al Distrito que lidera Badia. Ha sido entonces cuando el Ayuntamiento ha reaccionado con la orden de precinto del local.
LOS OKUPAS, DISPUESTOS A RESISTIR
No obstante, los okupas no están dispuestos a abandonar el Casal Tres Lliris. A través de las redes sociales, diversos colectivos alternativos de Gràcia han anunciado que ofrecerán resistencia en caso de que el gobierno municipal trate de llevar a cabo el desalojo. “El gobierno de Gràcia ha perdido el norte si realmente quiere empezar esta batalla”, afirmaba este viernes la cuenta de Twitter Gràcia Viva.
La primera acción que ha anunciado el Casal Tres Lliris es una manifestación este domingo por la tarde, que empezará frente al local okupado.