Las plazas de Gràcia acogen botellones todos los fines de semana donde no se respetan las medidas de seguridad que marcan las autoridades para frenar la expansión del coronavirus. Un vídeo de este sábado muestra a un centenar de personas en la plaza del Sol sentadas en corrillos y de pie bebiendo cerveza y otras bebidas. Muchas no llevan mascarillas ni respetan la distancia de seguridad.
Los ciudadanos compran las latas a los vendedores ambulantes. Estas reuniones también se producen en la plaza del Raspall y de la Revolució. "Es vergonzoso que se permita esto mientras a nosotros nos obligan a cerrar nuestros bares. Estamos muy quemados", denuncia Alberto Barros, portavoz de la Associació de Bars i Restaurants de Gràcia. Desde la entidad de la Vila de Gràcia, que representa a unos 150 negocios, se muestran "profundamente indignados" con el gobierno municipal de Ada Colau porque no haya tomado cartas en el asunto.
'SOLO NOS PUTEAN A NOSOTROS'
Hace tres semanas la entidad se reunió con el intendente de la Guardia Urbana del distrito, la gerente y el consejero de comercio y seguridad para tratar el asunto. "Nos dijeron que era anecdótico, pero no es verdad Ocurre cada fin de semana, desde el viernes al domingo y el Ayuntamiento no hace nada", critica Barros, que reclama medidas preventivas.
"La semana pasada, la Barceloneta estaba llena de gente. Le preguntó a unos urbanos y nos dijeron que sin órdenes no pueden actuar. Pensamos que hay una orden para minimizar el malestar de la población en general, pero esto nos putea a nosotros", lamenta el restaurador.