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En cada esquina. Visibles a los ojos de los turistas. En calles transitadas, y también en las que no lo son tanto. Aferrados a sus neveras repletas de bebidas refrescantes. Ventajistas de las necesidades cotidianas de última hora. Los supermercados de horario extendido --muchos de ellos abiertos las 24 horas--están inundando Barcelona.

Y no solo se asientan en las principales vías del centro de la ciudad, como en el distrito del Eixample --en calles como la Gran Via, Aragó y Consell de Cent, entre Muntaner y el paseo de Sant Joan, donde se agrupan más de treinta--, sino que también invaden las zonas residenciales de Gràcia, un barrio con esencia propia. Fuentes municipales aseguran a Metrópoli que han concedido desde 2019 un total de 102 nuevas licencias en el distrito --lo cual no significa que los comercios estén operativos--. 

Todo para el turista

Metrópoli ha hecho un recuento de la oferta de la zona, que solo en la calle de Travessera de Dalt, cercana al Park Güell, alcanza una decena de estos locales. "Ha pasado de tener un súper de esta tipología en 2020 a 10 en la actualidad", explica a este digital Hussain, el propietario del primer súper que se estableció en la avenida. 

Algunos ya dan pistas en sus rótulos de cuál es su targetWater, cold beers, cold drinks, ice cream, snacks --agua, cerveza fría, bebidas frías, helados, snacks-- se puede leer en sus puertas. "También compran muchos vecinos de la zona", dice Hussain. No obstante, reconoce que "la clientela que persiguen son los turistas". De hecho, los clientes de los primeros súpers a los que ha entrado este medio eran extranjeros: de California, Alemania y Colombia. ¿Qué buscaban? Helados, refrescos y bolsas de patatas.

Supermercado 24 horas en la calle travessera de Dalt de Gràcia GOOGLE MAPS

Basta con subir por las calles perpendiculares a la vía y llegar a la emblemática obra de Gaudí para comprobar la presencia de otros tres supermercados aglutinados frente al parque. Avanzando hasta el barrio de Gràcia, serpenteando por la calle de Torrent de l'Olla, Gran de Gràcia, plaza de Lesseps, calle de Nil Fabra y plaza de Trilla, se congregan otros 15 establecimientos de autoservicio.  

Su fuerte, los refrescos 

Son tiendas orientadas a cubrir las necesidades cotidianas del visitante. En muchos es posible encontrar ropa, postales, muchas maletas, un montón de souvenirs, expositores de gafas de sol baratas, gran variedad de bolsas de patatas fritas. Pero, ¿cuál es su fuerte? Los refrescos. 

"Los consumidores pueden comprar bebidas frías recién sacadas de la nevera", menciona Mohammed, uno de los propietarios, quien asegura que este servicio les permite diferenciarse de las grandes cadenas de la zona, como Consum o BonÁrea.

Los mismos residentes que suelen comprar en estos negocios lo corroboran. Este medio ha podido hablar con una de las vecinas que entraba a uno de los súpers situados en la calle Gran Gràcia a por dos cervezas "bien frías". "Lo tengo en frente de casa y es más inmediato", afirma.

Uno de los denominados autoservicios de Gràcia Propias

"No nos afecta en absoluto"

Pero, ¿cómo les afecta esta preferencia de consumo a las grandes cadenas de supermercados? ¿Les quitan clientela? ¿Representan una competencia? La respuesta que sucede es contundente. "No nos afecta en absoluto", asegura a este medio Emilio Bermell, director del Consum situado en la travessera de Dalt de Gràcia. "Cada uno tenemos nuestro público, y éste, acude a comprar unos productos concretos y en un momento diferente, no nos molestamos", dice.

"Normalmente, acuden cuando nosotros estamos cerrados, los domingos cuando les falta alguna cosa y durante la semana a partir de las 21:00 horas", aclara el responsable de la tienda. Aprovechándose de esta necesidad, los denominados autoservicios no dejan de reproducirse. 

Rentas más altas y nuevas licencias 

Para Ignasi Busquets, fundador de la consultora inmobiliaria Busquets Gálvez, la plaga de colmados prolifera porque pagan "rentas más altas que los demás y que las propiedades lo aceptan". De hecho, según el directivo, se ha acentuado porque Colau denegaba todas las nuevas licencias comerciales, excepto las de los supermercadosaseguró a Crónica Global

Los mismos dueños de los supermercados subrayan a Metrópoli las "limitadas opciones laborales" que tienen en la capital catalana, más allá de emprender en este tipo de negocios. "Somos inmigrantes, solo tenemos tres opciones en Barcelona: ser taxista -- cuya licencia es difícil de conseguir-- ser camarero o abrir este tipo de negocios", confiesa Mohammed, propietario de uno de los establecimientos en Gràcia. 

Uno de los denominados autoservicios de Gràcia Propias

 

En la Vila de Gràcia, vetados los 24 horas

Tanta es su proliferación que el Ayuntamiento ha tenido que echarles el freno en algunas zonas del distrito. En el barrio de la Vila de Gràcia, una zona bastante tranquila, a pesar de su cercanía con el centro, la normativa no les permite abrir durante la madrugada, con el fin de conciliar su actividad con el descanso del vecindario.

"El Ayuntamiento no nos da la licencia para poder abrir más tarde de las 23:00 horas", dice uno de los propietarios de un súper de la Gran de Gràcia, la principal vía del barrio. "Aunque nos gustaría vender hasta más tarde, tampoco nos afecta en exceso porque es una zona muy tranquila, por la noche no hay mucho flujo de transeúntes", añade el dueño de otro de los comercios. 

Esta misma restricción horaria se aplicó en 2022 en los supermercados de este tipo en Ciutat Vella. En concreto, la normativa afectó a unas diez calles del distrito, que no se les permitió abrir entre las 22:00 horas y las 7:00 horas. Sin embargo, a principios de año, el consistorio les levantó las restricciones. 

Regulación del Ayuntamiento

Ante esta proliferación surgen varias preguntas: ¿hasta dónde llega su expansión? ¿Cuál es su límite, si es que lo hay? Según la normativa estatal, los comercios alimentarios pueden tener libre horario siempre y cuando sean menos de 300 metros cuadradosSin embargo, los ayuntamientos tienen la facultad de regular el volumen o la concentración de comercios según las necesidades urbanísticas.

En el caso del distrito del Eixample, en 2023 se limitó la apertura de este tipo de colmados debido a su rápida proliferación. En particular, en la calle Consell de Cent deben cumplir con ciertos requisitos de distancia actualmente, lo que dificulta la apertura de nuevos supermercados en muchas zonas.