La ATM anunció, hace dos años, la aprobación del incremento del precio del transporte público, un tema muy sensible para todos los usuarios del metro, autobús y demás servicios del Área Metropolitana. Los billetes de la T-10, la tarjeta de transporte más utilizada por los barceloneses, pasó de costar 9,95 a los 10,20 euros.
Colau recibió una lluvia de críticas cuando, a finales de 2017, dio luz verde al incremento de las tarifas del transporte público y, en especial, de la tarjeta de diez viajes. El título subió 25 céntimos de la mano de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), un consorcio del que tiene la mayoría la Generalitat de Catalunya, con un 51% de la participación.
EVOLUCIÓN DEL PRECIO DE LAS TARJETAS
Entre los años 2000 y 2004, la evolución del coste del billete sencillo fue de 20 céntimos. En la entrada del milenio, la tarjeta sencilla de Ferrocarril Metropolitano de Barcelona tenía un coste de 150 pesetas, 0,90 céntimos de euro, mientras que en 2004 el precio ascendió hasta 1,10 euros. La conocida T-10, por su parte, pasó de los 5,32 euros en 2001 –en el año 2000 no existía todavía dicho abono integrado–, a los seis euros en 2004. Por lo tanto, el incremento del coste fue de 0,65 céntimos en tres años.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
2005-2009: 20 CÉNTIMOS DE DIFERENCIA
Entre los años 2005-2009 la variación de precio también fue considerable. Mientras que en 2005 el coste del billete sencillo era de 1,15 euros, en 2009 el precio alcanzó el 1,35 euros. Por lo tanto, el incremento durante cuatro años solo fue de 20 céntimos. La tarjeta T-10 integrada, que cuenta con 10 viajes durante un periodo limitado a tres meses, pasó de costar 6,30 euros en 2005 a alcanzar los 7,70 en 2009. Es decir, la subida de 1,40 euros en el abono fue más considerable que el del billete sencillo.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
INCREMENTO EXPONENCIAL
Entre 2009 y 2013 el coste del billete sencillo en Barcelona pasó de 1,35 euros a los 2 euros. Hasta 2011 el incremento de la tarjeta fue solo de 10 céntimos pero entre 2011 y 2012 el salto de valor de la tarjeta fue considerable. En 2012, el gobierno de Xavier Trias anunció un incremento de 55 céntimos en el abono de transporte, un anuncio muy criticado por parte de los usuarios de la ciudad.
El billete de la T-10 integrada en 2009 costaba 7,70 euros y en 2013 alcanzó los 9,80 euros. Otro repunte del coste duramente reprobado por los ciudadanos de Barcelona.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
Desde el año 2000, el importe de los títulos de transporte público no había dejado de crecer. La primera y única disminución ocurrió con la aprobación de las tarifas para el 2015, cuando el abono de T-10 de una zona pasó a costar de 10,30 a 9,95 euros.
LA T-10, POR ENCIMA DE LOS 10 EUROS
Tras el incremento del billete sencillo hasta los 2 euros, el gobierno de Barcelona en Comú, que arrancó el primer mandato encabezado por la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en 2015, decidió mantener la tarifa del transporte público. En 2013 el coste era de 2 euros y hasta 2017 se mantuvo en 2,15 euros. El incremento de 15 céntimos se produjo durante el último año del mandato de Xavier Trias.
El abono de la T-10 integrada, por su parte, sí que tuvo gran repercusión en los usuarios del transporte. Si en 2013 el precio era de 9,80 euros, en 2014 el líder de CDC en el Ayuntamiento de Barcelona la posicionó hasta los 10,30 euros.
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona
En diciembre del 2014, el alcalde Xavier Trias y el socialista Jaume Collboni llegaron a un acuerdo para rebajar el precio del abono a cambio del apoyo del PSC a los presupuestos municipales de Barcelona de 2015. En 2014, la T-10 costaba 10,30 euros y el precio bajó a 9,95.
En 2017, por contra, la primera edil de la ciudad asumió una medida muy impopular al subir 25 céntimos el coste del abono. Hace dos años, la tarjeta pasó de costar 9,95 euros a alcanzar los 10,20 euros. Una medida altamente criticada por todos los usuarios del transporte público.