El 8 de diciembre de 1990 la banda terrorista ETA asesinó a seis agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Sabadell con un coche bomba. Las víctimas se dirigían a la Nova Creu Alta del municipio pero una explosión acabó con su vida.

Como cada tarde, los miembros del cuerpo policial se preparaban para hacer el recorrido que separa la comisaría del estadio, donde se tenía que jugar un partido de segunda división entre el Sabadell y el Málaga. Ocho efectivos se encontraban en el interior de la furgoneta que solo se movió 500 metros.

COCHE BOMBA

A medio kilómetro de la comisaría, a la altura de la calle Josep Aparici, se encontraba un Opel Corsa de color blanco estacionado en la acera. En el momento que el furgón policial pasó por su altura, una persona accionó el explosivo a distancia, cargado también de metralla.

El atacante, miembro de la banda terrorista ETA, huyó hasta la C-58. La denotación del coche bomba se escuchó hasta la otra punta de la ciudad y provocó la rotura de diferentes cristales y otros objetos de las viviendas.

SEIS VÍCTIMAS MORTALES

La explosión del vehículo ocurrió en torno a las 17:00 horas, media hora antes del inicio del partido de segunda división. Como consecuencia, seis policías murieron en el acto, mientras que los otros dos fueron trasladados hasta el Hospital Parc Taulí.

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