Un episodio de contaminación ambiental es una circunstancia en la que los niveles de contaminantes atmosféricos superan los valores límite recomendados por la Unión Europea (UE) y se convierten en nocivos para la salud. Esta situación se puede producir por una alta concentración de partículas en suspensión PM10 o de dióxido de nitrógeno (NO2).

En Barcelona, desde diciembre de 2017, cuando se ha producido una de estas dos situaciones, se ha activado un protocolo con el objetivo de reducir los niveles legales de calidad del aire. Según datos oficiales del Ayuntamiento de Barcelona, en los dos últimos años, esta situación ha ocurrido cuatro veces. Una en 2018 y tres en 2019. Todas ellas relacionadas por una alta concentración de partículas PM10.

LO QUE SIGNIFICA CADA CASO

En caso de episodio de contaminación por NO2 se hubiesen activado restricciones temporales en la circulación de los vehículos más contaminantes dentro la Zona de Bajas Emisiones y se hubiese reforzado el transporte público con medidas extraordinarias.

Mientras que sí que se ha decretado episodios de contaminación por partículas en suspensión PM10. Esto significa que, durante un período concreto de días, la media diaria de los niveles de PM10 ha sido superior al límite diario de 50 mg por m3 en más de una estación de medición de la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica del Àmbit 40. Esta red corresponde a los 40 municipios de la conurbación de Barcelona que suscribieron en 2017 un plan de mejora de la calidad del aire hasta 2020.

En teoría, un episodio de alta contaminación supone gestionar la velocidad en las vías rápidas, a través del Servei Català de la Salut (SCT), informar a la población para que use transporte público, instar a las actividades cementeras a reducir las emisiones y a los municipios a restringir actuaciones que generan partículas, como determinadas obras.

ECOLOGISTES EN ACCIÓ LO VE INSUFICIENTE

Pero, para algunas asociaciones ecologistas, la activación de este protocolo no es suficiente. Ecologistes en Acció denunció el pasado mes de julio en un comunicado que este protocolo ((entre el 1 y el 2 del séptimo mes del año se activó por segunda vez en 2019) hace años que se aplica “sin ninguna incidencia directa ni en la reducción de emisiones ni en la reducción del tráfico”. Además, también indicó que, con esta medida, la actuación administrativa se limita “a medidas informativas”.

Imagen de Barcelona, un día que se activó el protocolo por alta contaminación en 2019 / ARCHIVO



La organización llamó a la responsabilidad del Ayuntamiento de Barcelona y a la Generalitat "ante la grave afectación que esta situación tiene sobre la salud pública" y pide actuaciones contundentes siguiendo el ejemplo de Valladolid, que cerró durante cinco días el centro de la ciudad al tráfico privado por superación de los niveles de partículas finas PM2,5 que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una cifra “muy inferior a los niveles legales que superan los municipios catalanes”, insiste la citada asociación ecologista.

EIXAMPLE RESPIRA QUIERE MEDIDAS “MÁS CONTUNDENTES”

Para Guille López, miembro de Eixample Respira, este protocolo por alta contaminación, que ha estado en vigor hasta el 1 de enero de 2020, es “claramente insuficiente”. Además, López añade que dicho protocolo es “meramente informativo” y que apenas hacía énfasis “en parar algunas obras”.

Este integrante de Eixample Respira insiste en que el problema que existe en la ciudad de Barcelona “no es de episodios concretos sino de que constantemente hay unos niveles de contaminación que nos perjudican la salud”.

Los problemas de contaminación en Barcelona no son de episodios concretos sino de constantes niveles de contaminación demasiado altos / ARCHIVO



Según él, cada día “respiramos una carga tóxica que se está acumulando”. En definitiva, el problema no es de picos de contaminación sino que Barcelona está constantemente por encima de los niveles legales de calidad del aire que marca la OMS. En este sentido, Guille López pide "medidas más contundentes y de manera más rápida".      

Tanto Ecologistes en Acció como Eixample Respira llevan meses reclamando que se apliquen soluciones definitivas permanentes que eviten los episodios altos de contaminación y que den respuesta al principal problema que, más allá de los episodios puntuales, está en la contaminación crónica que sufre la metrópoli barcelonesa con la superación sistemática de los valores de contaminación anuales.

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