Los conflictos vecinales se han disparado en Barcelona durante las semanas de reclusión por el coronavirus. La situación se ha dado en la mayoría de ciudades de la provincia, incluida Barcelona, según los datos recabados por la agencia Efe. Han aumentado las denuncias por conflictos de convivencia, aunque en la mayoría de casos se han solucionado a través de la mediación y sin necesidad de sanciones.



Con la gente encerrada en sus casas desde mediados de marzo cumpliendo el confinamiento obligado para evitar la propagación del coronavirus, la conflictividad en las calles vacías ha caído en picado, pero en cambio se ha disparado por disputas entre vecinos que han pasado a convivir, por la fuerza, las veinticuatro horas del día, especialmente por molestias vinculadas al ruido.

MÁS REQUERIMIENTOS POLICIALES

El incremento de requerimientos policiales para solventar este tipo de disputas ha llevado a muchos municipios a poner en marcha servicios de mediación con el objetivo de no saturar a sus policías locales, centradas en combatir el contagio del coronavirus, o a reforzar la asistencia de las oficinas que ya se encargaban de esta tarea antes de la pandemia.



En el caso de Barcelona, los conflictos entre inquilinos han ido a menos, aunque se multiplicaron hasta un 68% las primeras semanas de aislamiento en relación a la media del pasado año, especialmente en el caso de los ruidos y la música, que representan más de la mitad de todas las quejas.



Desde el inicio de la reclusión, la Guardia Urbana de Barcelona ha atendido más de 5.000 llamadas relacionadas con requerimientos de convivencia que ponen también el foco en las molestias ocasionadas por obras o en el espacio público de los inmuebles.

MÁS POLICÍAS DE BARRIO

A raíz de este aumento de llamadas, la Guardia Urbana ha reforzado sus equipos de policía de barrio, que se encargan, entre otros, de gestionar las discusiones vecinales y que han llegado a intensificar su labor hasta un 174 % desde el inicio del estado de alarma.



En L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), la Guardia Urbana ha llevado a cabo ya más de un millar de actuaciones por disputas vecinales, pero solo ha sido preciso imponer 45 sanciones, dado que la mayoría de gestiones se han logrado solucionar a través del "diálogo", aseguran a Efe fuentes del consistorio, según las cuales también se ha reforzado la atención de la Oficina de Gestión de Incidencias.



Al otro lado del Besòs, en Badalona (Barcelona), la demanda de casos de mediación por problemas de convivencia vecinal ha aumentado un 75 % durante el confinamiento, por lo que el Ayuntamiento puso en marcha a finales del pasado mes un teléfono de asistencia específico para atender estas peticiones durante el confinamiento.

MÁS CONFLICTOS EN SABADELL

La localidad de Sabadell también ha experimentado una fuerte subida de estos conflictos, que se han elevado un 57% respecto a 2019 y que en el 90% de los casos corresponden a molestias por ruidos provenientes de otros domicilios, aunque tampoco han faltado las disputas entre miembros de una misma familia.



Ya en Terrassa, la policía municipal ha llevado a cabo más de 2.400 servicios, especialmente por música alta que molestaba al resto del vecindario, aunque sólo 16 de ellos han acabado en denuncias y, al igual que en Sabadell, también se ha dotado de más recursos al servicio de mediación comunitaria, que trabaja en la concienciación y el respeto a las normas de convivencia.

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