El líder de ERC en Barcelona, Ernest Maragall, ha rechazado con firmeza este viernes el proyecto de ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat ofreciendo diferentes motivos al respecto.
El republicano ha realizado su particular lista de "10 noes" a la iniciativa en la infraestructura, asegurando en un artículo en El País que hay determinadas condiciones que no se deben aceptar "nunca".
'70 MILLONES DE PASAJEROS'
Maragall ha explicado que no quiere "70 millones de pasajeros ni más miles y miles de vuelos en el aeropuerto de Barcelona", y ha rechazado una reducción o traslado del espacio natural de "La Ricarda". El concejal ha negado querer "seguir dependiendo de un operador privado que antepone la rentabilidad y el beneficio inmediato para sus accionistas al interés general y a los objetivos económicos y sociales del país", y se ha mostrado en contra de "asistir como espectador a una operación inmobiliaria de efectos inciertos o directamente negativos sobre la movilidad, la congestión y la eventual saturación de oferta de espacio comercial, logístico o de servicios".
Entre los rechazos del regidor, también se encuentra "renunciar a la plena capacidad de decisión sobre las infraestructuras básicas del país", la oposición a imponer "un modelo obsoleto de crecimiento a cualquier precio" y "un canje con cualquier otro proyecto de transformación que se haya planteado en el marco de los Next Generation y que sea de carácter estratégico para Cataluña".
Finalmente, Maragall afirma que no dejará "que ninguna actuación empeore" la "calidad del aire de Barcelona" y no aceptará "ninguna propuesta que vaya en contra de la concepción de país en red". Por todo ello, ha defendido "el acuerdo explícito y consciente de las instituciones, la comunidad científica y la sociedad civil catalana" para tomar una decisión sobre el aeropuerto.
LOS 'SÍES'
Por contra, el republicano ha apostado por disponer de "vuelos intercontinentales", sustituir los de corta distancia por "conexiones ferroviarias", "disponer de la capacidad conjunta del sistema aeroportuario catalán", decidir "qué parámetros de vuelos/alojamientos/turistas" se consideran "sostenibles para Barcelona y para todo el país" y por mantener "la Ricarda".
El edil ha defendido "trabajar con una planificación global de inversiones que priorice y acelere las de ampliación y nuevo diseño de la red de Cercanías", "anticipar una estimación fiable de las emisiones contaminantes que resulten de cada una de las alternativas" para establecer una "estrategia medioambiental", "contar con la evaluación positiva de la Comisión Europea y de los organismos internacionales responsables del cumplimiento de los objetivos a lograr en la gestión del cambio climático" y "compartir con los Ayuntamientos implicados y el Área Metropolitana de Barcelona hasta el último detalle" de la operación.
Finalmente, Maragall ha reclamado "asumir la plena titularidad y gestión del aeropuerto de Barcelona y de todo el sistema aeroportuario catalán".