Los Mossos d'Esquadra han resuelto el homicidio de Luis Daniel Aradas Llorens, un empresario de 54 años que el 21 de septiembre de 2004 fue atropellado mortalmente mientra compraba el diario en un quiosco de Castelldefels. Pero el culpable de su fallecimiento no pagará por el crimen porque murió en 2016.
Aquel día de hace 17 años, Aradas se desplazó en coche para comprar el periódico. Mientras estaba en el establecimiento, en el paseo marítimo de la localidad, un desconocido se subió a su vehículo. Él intentó pararlo pero el ladrón lo embistió, lo arrastró varios metros sobre el capó y luego frenó en seco, haciéndolo caer al suelo. La víctima perdió la vida y su homicida huyó. El coche fue descubierto más tarde completamente calcinado.
La Policía Nacional detuvo entonces a Ricardo Marcelo Márquez Tejeiro, un hombre que confesó haber incendiado el vehículo pero que negó tener implicación alguna en el fallecimiento de Aradas. Aseguró que otra persona, a la que no conocía, le había pedido quemar el coche a cambio de droga. Y él accedió. Sin más testigos ni pruebas, esta línea de investigación quedó en vía muerta y el caso quedó impune.
Pero según avanza este miércoles el diario El Punt Avui, 17 años después los Mossos d'Esquadra habrían descubierto quién cometió el crimen. Esto, gracias a la insistencia de las hijas de la víctima, que este año pidieron ante el juzgado número 5 de Gavà que el caso fuese reabierto.
EL HOMICIDA TAMBIÉN ESTÁ MUERTO
En una nueva declaración del autor del incendio del coche y gracias a las redes sociales, los Mossos dieron finalmente con el homicida: Eduardo Laratta, un vecino de Castelldefels con 29 antecedentes, especializado en robos de coches. Márquez Tejeiro, que en 2004 había asegurado que no lo conocía, ha explicado ahora que se conocieron a posteriori.
A pesar de haber descubierto quién está detrás del atropello mortal de Arada, nadie pagará por el crimen. Y es que Laratta murió en la prisión de Brians el 18 de octubre de 2016, cuando tenía 37 años.