Un juego que podría haber acabado en tragedia y por el que los padres de un menor de 9 años han sido condenados a seis meses de cárcel, aunque no ingresarán porque no tienen antecedentes. Además deberán indemnizar a los progenitores de la víctima, otra niña, con 24.000 euros.
Los hechos sucedieron en Piera durante la noche de Sant Joan de 2018. Ya entrada la madrugada del 24 de junio, mientras estaban en la casa familiar, el niño cogió una carabina de aire comprimido y disparó, a muy poca distancia, contra la otra menor. El balín le provocó una herida en el tórax.
Según la sentencia del Juzgado Penal número 1 de Barcelona, está demostrado que los padres eran "conocedores de la potencial lesividad" del arma y de que "su hijo había jugado con ella en otras ocasiones".
LE DISPARÓ "PARA PRESUMIR"
El juez afirma además que los adultos infringieron "el deber de cuidado exigible a todos los padres" puesto que dejaron el arma "en un armario sin cerramiento alguno y cargada, sin adoptar ningún tipo de precaución mínima" y al alcance de los menores.
De este modo y "en contexto de juego y presumiendo ante los demás menores", el niño cogió el arma y finalmente disparó contra la víctima.
Tras el disparo, la niña sufrió una herida en el pulmón, pasó 48 horas ingresada en un hospital y no se recuperó hasta pasados 90 días. Además, los restos del balín en el cuerpo le dejaron secuelas.
RESPONSABILIDAD DE LOS PADRES
Los padres del niño agresor llegaron a un acuerdo con la familia de la víctima en el que aceptaban la pena impuesta y accedían a indemnizarla. Y es que en casos como este, cuando el que comete la infracción es un menor de edad, la responsabilidad recae sobre los progenitores. Más todavía cuando un juez considera que el delito puede haber sido causado por una negligencia grave de los adultos, como en este caso.