La discoteca Waka Sabadell ha relevado a dos controladores de acceso y ha tomado medidas para mejorar su servicio de seguridad, según ha asegurado este domingo la patronal catalana del ocio nocturno, Fecasarm.
La decisión de la empresa se ha tomado después de que este sábado decenas de jóvenes destrozaran la discoteca después de que un chico recibiera una paliza por parte de los porteros de la sala, al que ataron de manos y pies con bridas para ensañarse con él, tal y como publicó en exclusiva Metrópoli el pasado lunes.
La batalla campal tuvo lugar cerca de la medianoche en el local de Sant Quirze del Vallès, donde los congregados lanzaron todo tipo de objetos contra la discoteca e, incluso, destrozaron algunos accesos del recinto. Según pudo saber este medio, al menos uno de los empleados resultó herido al recibir el impacto de una botella en la cara.
CIERRE DE WAKA
Según informaron fuentes cercanas de Waka Sabadell a Metrópoli, la discoteca había colgó el cartel de sold out para la fiesta de este sábado. Pese a ello, la organización de la sala emitió un comunicado en el que avisaba de su cierre "a causa de la situación en los exteriores de la discoteca".
El local aseguró que, "por la seguridad" de sus "clientes" optaron por no abrir. De la misma forma, indicaron que se realizaría la "devolución íntegra del importe de la entrada a todos los clientes a través de las entidades bancarias en un termino de tres a cinco días laborables".
MEDIDAS
La patronal del ocio nocturno ha asegurado que la empresa responsable del control de acceso a la discoteca, Blacks Control, abrió una investigación interna y "relevó de sus funciones a dos controladores de acceso".
Además, según Fecasarm la empresa Bull Seguridad, que también tiene subcontratada la citada discoteca, ha nombrado a un director con experiencia en la gestión de la seguridad en espacios de ocio nocturno y "ha modificado su protocolo de seguridad, reforzando el mensaje de tolerancia cero hacia la violencia y reforzando la comunicación con el cliente".
Por todo ello, piden que "se deje de criminalizar a la discoteca, ya que ha hecho lo que le tocaba hacer y es obligar a la empresa de control de acceso y a la empresa de seguridad privada que tiene subcontratadas a adoptar medidas y realizar los cambios oportunos en los protocolos de seguridad" para que no tengan lugar nuevos episodios como los ocurridos hasta ahora.