La historia del Circo Raluy, ya mundialmente conocido, empieza en la calle Cervantes del barrio de La Catalana de Sant Adrià de Besòs. En las inmediaciones de la calle, un joven Luis Raluy Iglesias, fundador de la saga, ensayaba y se preparaba para el futuro. La desembocadura del Besòs y la playa del Camp de la Bota eran sus lugares de entreno, por allá en los años 30 del pasado siglo.
Luís, que nació en Carcasona, Francia, en el 1911, era conocido como El Tigre de Sant Adrià y en los años en los que se le podía observar haciendo exhibiciones circenses por el municipio adrianense ya formaba parte de los grupos Los Oliveras y Los Keystone.
VIDA NÓMADA
Una chica, Marina, se enamoró de Luis y decidió dejar su vida acomodada para vivir una nómada a su lado. Este fue el inicio de la estirpe Raluy. Ya en los años 40 y 50, la pareja actuaba en grandes circos europeos. Empezaron a adquirir fama mundial gracias a dos de sus espectáculos: el hombre bala y el triple salto mortal en automóvil.
Con el paso del tiempo, los hijos de la pareja, la segunda generación, empezaron a hacer sus propios números circenses y a inicios de los 70 el circo familiar como lo conocemos hoy empezó a tomar forma. Sin embargo, después de mucho viajar por toda Europa, la saga volvió a Cataluña.
ESPECTÁCULO EN EL ALCAMPO
El vecindario de Sant Adrià recuerda con mucho cariño y nostalgia el espectáculo que la familia ofrecía en la zona del Alcampo, en el barrio de Sant Joan Baptista. Un humilde circo por aquel entonces que ha ido creciendo y se ha asegurado el reconocimiento de los adrianenses.
Aún a día de hoy los Raluy tienen como parada obligatoria el municipio. Al menos uno de los hijos de la pareja fundadora, Lluís Raluy, nació en Sant Adrià y en el 2014 su hermano Carlos y él realizaron ahí la presentación del libro El circo de los saltimbanquis. Además, en el barrio que vio crecer al Tigre de Sant Adrià, hay una plaza dedicada a la familia, la Plaça de Circ Raluy.
FALLECE LLUÍS RALUY
Lamentablemente, la familia lamentaba este miércoles, 29 de diciembre, el fallecimiento de Lluís Raluy Tomàs, el "payaso de la cara blanca". El también matemático moría a los 79 años de edad, mientras se encontraba de gira en Valencia. El fallecimiento se ha producido dos años después de la muerte de su hermano Carlos Raluy.
Nacido el 25 de febrero de 1942 en Sant Adrià, era el mayor de la saga de los Raluy. Viajó siempre por caminos y carreteras de todo el mundo, viviendo en un carromato y siguiendo el oficio familiar. Sus allegados han resaltado este miércoles que deja tras de sí "un legado centenario que perdurará en el tiempo y que seguirá vivo a través del Circo Raluy Legacy donde se encuentra toda su familia unida". Además de su afición por los números, Lluís Raluy contaba con una extensa biblioteca, de unos 7.000 volúmenes, mayoritariamente relacionados con las matemáticas, aunque poseía varias ediciones de su libro favorito, El Quijote.
LOUISA Y KERRY RALUY, DIRECTORAS
Las hijas del fallecido Lluís Raluy son las directoras de la compañía desde el 2016. "Todo un orgullo", expresa Louisa Raluy. "Eso de no poder acceder a altos cargos laborales por ser mujeres a nosotras no nos ha afectado. Mi padre siempre ha visto natural qie sus únicas hijas hereden el negocio familiar".
Fue a partir de ese mismo año, el 2016, cuando el Circo Raluy como tal desapareció para dar origen a dos nuevos proyectos artísticos: el Circo Raluy Legacy, que es el que Louisa y Kerry dirigen actualmente y el Circo Histórico Raluy, dirigido por la hija del también fallecido Carlos, Rosa Raluy. Esta decisión les permitió presentarse en más ciudades al mismo tiempo, de manera separada y con gestión independiente. Una experiencia, la de ir al circo según Louisa, que debería de vivir todo el mundo "al menos una vez en la vida. Sobre todo los adultos".