El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) plantea construir una planta potabilizadora, una estación de regeneración de agua en el Besòs (como las del Llobregat) y una conducción de aguas regeneradas entre los cauces de los dos ríos para garantizar la disponibilidad del agua en la metrópolis.

Son actuaciones que se enmarcan en el nuevo plan estratégico del ciclo integral del agua (PECIA), que ha presentado este jueves el AMB y que se aprobará inicialmente en el Consejo Metropolitano, el próximo 22 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Agua. Este plan constituye la hoja de ruta para reducir el déficit hídrico que sufre el área de Barcelona, con un objetivo fijado en el año 2050, y está destinado a "convivir con las planificaciones hidrológicas del resto de administraciones" y situar al AMB como agente activo en la toma de decisiones. Por eso, las medidas planteadas serán complementarias a las de la Unión Europea, el Plan hidrológico del Gobierno del Estado y el Plan de gestión del distrito del cauce fluvial de Cataluña 2022-2027.

"Es necesario prepararnos para hacer frente a la emergencia climática, y uno de los ámbitos más importantes es garantizar el agua. Tenemos un reto para el que nos estamos preparando con las medidas incluidas en el PECIA", ha explicado Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del AMB. El área de Barcelona dispone actualmente de 806 hectómetros cúbicos de agua, mientras que la demanda asciende a los 397, aunque Badia ha alertado de que se prevé que el cambio climático provocará una reducción del 12% de los recursos superficiales y los cauces internos del Ter y el Llobregat y del 9% los recursos subterráneos.

ESTAS SON ALGUNAS DE LAS MEDIDAS

Actualmente, las principales infraestructuras metropolitanas del ciclo del agua están situadas en el ámbito del Llobregat. Por esto el AMB plantea un mayor aprovechamiento del Besòs y equilibrar la presión entre los dos sistemas, así como construir una nueva planta potabilizadora en el Besòs que capte los recursos de este río y una nueva estación de regeneración de aguas.

Para ahorrar agua, el plan también contempla instalar aireadores en los grifos, sistemas de recirculación para el agua caliente, aprovechar aguas grises y agua en el mantenimiento de piscina, y optimizar las presiones de los sistemas. En el ámbito no doméstico, se apuesta por aprovechar las aguas fluviales para el riego, la reducción de pérdidas en las redes de abastecimiento, entre otras; medidas con las que, en conjunto, tienen el potencial de ahorrar 22,7 hectómetros cúbicos de agua anuales.

A este paquete de medidas se destinará un presupuesto total que oscila entre los 2.100 y 2.400 millones de euros, de los cuales 132 millones se destinarán a la construcción de las tres grandes infraestructuras.

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