Se cumplen 15 años del gran apagón de Barcelona

Se cumplen 15 años del 23 de julio de 2007, el día en el que el caos se apoderó de Barcelona tras un corte de suministro que dejó a la capital catalana sin luz durante cuatro días.

La caída de un cable poco antes de las 11 de la mañana en la subestación eléctrica de Collblanc causó que se fueran desactivando otras estaciones de suministro en un efecto dominó que dejó a oscuras la ciudad.

Un tramo del paseo marítimo afectado por el apagón de este sábado / JORDI SUBIRANA

Además, el incidente causó un incendio en la central eléctrica del paseo de Maragall, lo que causó la evacuación de decenas de vecinos de la zona.

Hubo más de 300.000 abonados afectados en Barcelona, pero el apagón también causó el corte de luz a unos 50.000 vecinos que vivían en las localidades aledañas de L’Hospitalet de Llobregat y de Esplugues de Llobregat.

BARCELONA PASÓ CUATRO DÍAS A OSCURAS

Tras el primer momento, los problemas derivados del corte de luz no dejarían de surgir. La falta de suministro eléctrico paralizó hasta el 70% de los semáforos de la ciudad, colapsando el tráfico.

La falta de luz también afectó a instituciones y particulares. Por ejemplo, los hospitales de la capital catalana tuvieron que posponer operaciones y más de 100.000 personas pasaron la primera noche a oscuras.

Debido a la situación, miles de vecinos se echaron a las calles para protestar por la falta de luz.

VOLVIÓ LA LUZ, PERO CON ELLA LLEGÓ EL RUIDO

Tras la primera noche, la solución del Gobierno fue instalar hasta 156 generadores eléctricos que llegaron de distintos puntos. Incluso el Ejército proporcionó de su propia maquinaria para devolver la luz a la ciudad.

No obstante, las protestas no pararon ya que algunos de estos generadores hacían tanto ruido que era casi imposible convivir con él. Se registraron miles decenas de miles de denuncias por el ruido aquellos días y así seguiría hasta el 22 de agosto de 2007, cuando se pudo restablecer el suministro por completo y se desinstaló el último generador.

La Cambra de Comerç de Barcelona cifró en un informe los daños en 62 millones de euros y, por su parte, un informe a petición de la Generalitat concluyó que el mantenimiento de la red y la estación era deficiente, por lo que se podría haber evitado el incidente.

REE Y ENDESA SE CULPARON MUTUAMENTE

Fue entonces cuando Fecsa-Endesa, responsable de la distribución, y Red Eléctrica Española (REE), encargada del transporte de las líneas de alta tensión, se echaron la culpa mutuamente.

No obstante, la Generalitat sancionó a Red Eléctrica y Fecsa-Endesa con 11 y 10 millones de euros, respectivamente, por una infracción “muy grave”. Además, las denuncias colectivas de los ciudadanos obligaron a pagar otros 40 millones de euros a Endesa en calidad de indemnizaciones.

Tras el incidente, la Generalitat creó la Ley de Suministro Eléctrico, que garantiza la calidad del suministro eléctrico.

REE pasó los siguientes 11 meses reparando la estación de Maragall. Durante las obras, se incluyeron una tercera línea de alta tensión y un mallado de media tensión de la ciudad, lo que asegura que, de repetirse el suceso, la corriente se recuperaría en unas dos horas.