Indignación entre los padres de Vilassar de Mar. Un colectivo de familias estudia demandar ante la Fiscalía de Menores al ayuntamiento tras presenciar como sus hijos participaban en una yincana en la que las pruebas, todas ellas de contenido sexual, consistían en lamer preservativos o colocarlos con la boca en plátanos, entre otras cuestiones.
Se trata de una competición lúdica en la que los jóvenes, que iban desde los 12 hasta los 30 años, llevaban a cabo distintas actividades con contenido pedagógico relacionado con el sexo y la sexualidad. No obstante, pocos esperaban que las pruebas consistieran en colocar preservativos con la boca en palos o plátanos, untarlos con nata o miel y lamerlos o hacer que las chicas se pusieran de cara a la pared, con el culo en pompa y que un chico tuviera que reventar un globo haciendo fuerza pélvica contra ellas.
"Lo que han hecho es, en un entorno de confianza, colar algo que no tocaba", ha explicado a ese medio la madre de una niña de 12 años a La Vanguardia.
UN ERROR DE COMUNICACIÓN
Por su parte, el ayuntamiento de Vilassar de Mar ha considerado que ha habido un "error de comunicación" al no informar debidamente del tipo de pruebas que se iban a realizar en la yincana.
"Lamentamos profundamente el error de comunicación y nos comprometemos a tomar medidas para que las futuras actividades se difundan con la información más detallada posible", aseguran en un comunicado.
La institución decidió tratar "temas de salud y de sexualidad, puesto que en el Consejo de Adolescentes nos manifestaron que la sexualidad es un tema que les interesa mucho y que tienen muy pocos espacios donde hablar".
LA INFLUENCIA DEL PORNO
En este sentido, añaden: "También hemos detectado que adolescentes de 11, 12 y 13 años ven contenido pornográfico y construyen una imagen de la sexualidad a partir de lo que ven en el porno". Desde el Espai Jove, explican, intentan romper esta dinámica para evitar que se construyan un imaginario "machista, de violencia y poco saludable".
En la yincana participaron hasta 52 jóvenes, divididos en grupos de entre 6 y 10 personas. La mayoría de estos grupos estaban conformados por jóvenes que eran amigos entre ellos. Además, concretan que, al ver el contenido de las pruebas, algunos de los jóvenes decidieron no participar.
CARÁCTER "PEDAGÓGICO"
La concejal de Juventud, Participación Ciudadana, Transparencia e Igualdad, Montse Gual, ha considerado que el error estuvo en no haber comunicado debidamente a los padres el carácter sexual de las pruebas. También ha apuntado que desconoce estrictamente el tipo de pruebas que hicieron los más jóvenes de la yincana, aunque detalla que las pruebas estaban adaptadas a la edad de los participantes en cada grupo y contaron con la supervisión de monitores.
El Ayuntamiento se ha puesto a disposición de los padres para aclarar cualquier duda sobre el evento. También han detallado que las pruebas que implicaban colocar preservativos con la boca tenían un remarcado fin de carácter pedagógico, que es el de concienciar acerca de la necesidad de practicar el sexo oral con este mecanismo de protección.