El grupo Puig ha decidido cerrar su fábrica del Bon Pastor de Barcelona. La compañía perfumera trasladará su producción a las fábricas ubicadas en las localidades de Vacarisses, en la provincia de Barcelona, y Alcalá de Henares, en Madrid.
Con el cierre de la planta, la empresa también ha anunciado que se reubicará al 70% de la plantilla, conformada por 400 trabajadores. No tendrán que irse muy lejos, ya que la compañía ha anunciado que los trasladará a las nuevas instalaciones que se están levantando en L'Hospitalet de Llobregat. El nuevo complejo albergará, entre otros, un centro de I+D.
El futuro del 30% restante, por el momento, se ha negociado ya con los sindicatos. Pese a que todavía no han trascendido los resultados de las negociaciones, se estaría barajando más reubicaciones y un plan de salidas pactadas, según ha avanzado El País.
NECESIDAD DE CRECIMEINTO
El motivo del cierre es que las instalaciones ubicadas en la calle de Potosí, activas desde la década de los 60 - las más antiguas de la compañía catalana- se han quedado pequeñas. Producían unos 30.000 litros de perfume por semana y 30 millones de unidades al año. No obstante, a raíz del estallido de la pandemia del covid-19, comenzaron a producir geles hidroalcohólicos.
La compañía necesita seguir creciendo y, con unas instalaciones rodeadas de otros edificios, eso se ha vuelto imposible. Así, la producción de productos de perfumería se trasladará a las instalaciones de Alcalá de Henares, mientras que el resto se reubiciará en la planta de Vacarisses. Se trata de fábricas mucho más modernas. La de Alcalá, por ejemplo, data de 2004. En estos casos sí hay posibilidades de expansión.