Cae una banda que alquilaba casas y naves para cultivar marihuana en el Maresme (Barcelona). Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han desarticulado la organización en una operación en la que han sido detenidas once personas, entre ellas los tres líderes del grupo.
Según han informado este viernes, 24 de febrero, los dos cuerpos policiales, en esta operación conjunta desarrollada el pasado 24 de enero se practicaron además diez entradas y registros en las localidades de Mataró, Cabrils, Sant Adrià de Besòs, Sant Antoni de Vilamajor, Sant Antoni de Llavaneres, Riells i Viabrea y Vallirana.
Además de los once arrestados, durante el dispositivo los agentes intervinieron más de 97 kilos de cogollos de marihuana, cerca de 4.000 plantas en diferentes estados de crecimiento, 223.495 euros en metálico, un arma de fuego municionada y un machete.
LIBERTAD CON CARGOS
Los once detenidos, que han quedado en libertad con cargos y medidas cautelares tras pasar a disposición judicial, están acusados de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia de grupo criminal, falsedad documental, usurpación del estado civil, tenencia de armas y explosivos y defraudación de fluido eléctrico por un importe de 105.000 euros.
El grupo criminal operaba desde un grow shop o tienda de productos relacionados con el cannabis de Mataró y estaba jerarquizado, con unas funciones muy concretas para cada uno de sus miembros.
MODUS OPERANDI
El modus operandi era siempre el mismo: alquilaban, de forma aparentemente legal, casas a cuatro vientos, en urbanizaciones tranquilas alejadas del centro de las poblaciones y construidas para gente con alto poder adquisitivo o bien naves industriales, para establecer en ellas plantaciones de marihuana indoor.
Para poder tramitar el alquiler de las mismas, utilizaban diferentes vías, como el uso de identidades falsas, facilitando documentación de terceras personas, sin antecedentes ni implicación con el grupo, o directamente falsificando los documentos públicos necesarios para llevar a cabo el contrato de alquiler.
Una vez en posesión de la vivienda, una o más personas se encargaban de poner en marcha la plantación, realizar la conexión fraudulenta a la red eléctrica, cultivar, secar, y preparar la marihuana para su distribución, por un lado, y por otro, guardarlas frente a eventuales robos, o vuelcos por parte de otros grupos criminales.
CONTROL DE "JARDINEROS"
Dos de los detenidos, jefes de la banda, eran los encargados de mantener el control de los "jardineros", que eran personas extranjeras recién llegadas a Catalunya, sin antecedentes y que no entendían ni hablaban el catalán ni el castellano.
Los jardineros, captados en su país de origen al que regresaban una vez finalizado su visado de turista, vivían en las mismas plantaciones en condiciones insalubres y dormían en colchones esparcidos por el suelo, que se encontraba lleno de basura.
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Los investigadores han determinado que el destino final de la marihuana era países del centro de Europa, donde podía duplicar o triplicar su precio de venta al consumidor.
En la investigación, que continúa abierta, han participado las Comisarías Locales de Policía Nacional de Mataró, Cornellà de Llobregat y Sant Adrià de Besòs y las Unidades de Investigación de Mataró y de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra.