La Policía Municipal de Terrassa y los Mossos d'Esquadra vigilan la zona de ocio nocturno del municipio para evitar agresiones y mantener a raya la delincuencia. Los cuerpos se desplegarán cada fin de semana y cortarán algunas calles para controlar el acceso a los bares y locales.
La policía ha cortado, principalmente, la calle de la Rasa, que es la principal arteria de la zona. También se han visto afectadas las calles de la Indústria y del Pantà. Además, se han realizado controles de tráfico e identificaciones.
ARMAS BLANCAS
La Policía Municipal pretende evitar con estos controles la entrada a los locales de clientes con armas blancas. La zona se ha vuelto especialmente conflictiva los últimos meses por una serie de violentos e incívicos episodios como el consumo de alcohol en la vía pública. La plaza Didó también se ha acotado con vallas para que los jóvenes no accedan con botellas de cristal.
Además, una pareja de mediadores comunitarios dará apoyo a la medida para disuadir a los incívicos.
UNA MEDIDA POSITIVA
El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha celebrado esta mano dura en la zona de ocio nocturno: "El objetivo es que todo el mundo se pueda divertir, pero respetando la convivencia", ha expresado Ballart a través de sus redes sociales.