De un día para el otro, la Generalitat ha anunciado una propuesta de cierre de la escuela Juan Salamero de Gavà, el único centro educativo de alta complejidad del municipio. El presunto cese de su actividad –después de 50 años de servicio en el barrio de Can Trias– ha pillado por sorpresa tanto al gobierno municipal como a los docentes y alumnos del colegio, que a partir de septiembre estarán obligados a buscar un nuevo centro donde empezar la escolarización.
La decisión del Departamento de Educación ha sido comunicada este mismo lunes, 15 de enero. “No entendemos nada. Somos el único colegio con un proyecto educativo diferenciado: trabajamos sin libros, no ponemos deberes… hacemos todo lo que exige la Generalitat”, lamenta la directora a Metrópoli. Educación ha anunciado que el centro se integrará con la escuela Marcel·lí Moragas, situada a 200 metros de distancia. Una decisión que ninguno de los colegios comparte, ya que se trata de dos modelos educativos aparentemente “antagónicos”.
ALTA COMPLEJIDAD
Ambos son centros públicos de educación infantil y primaria, pero distinguidos por el tipo de alumno con el que trabajan. El Juan Salamero es el único colegio de alta complejidad de Gavà, con “un centenar de estudiantes inmigrantes, mayoritariamente de etnia gitana”, según apunta la escuela a este medio. De hecho, hasta el 2020, era considerado de máxima complejidad, pero la Generalitat decidió bajar la categoría.
Ahora, la preocupación del centro es si estos alumnos –que necesitan unas atenciones educativas especiales por parte del profesorado– encajarán bien con el modelo de la escuela Marcel·lí Moragas. Una incógnita que también ha suscitado la alarma de este colegio del barrio de Can Trias, con más de 40 años de vida. “¿Pasaremos a ser un centro de alta complejidad?”, se preguntan desde dirección, a lo que la Generalitat ha respondido que lo estudiarán.
A las familias, por lo tanto, no les queda más remedio que buscar un nuevo centro donde llevar a sus hijos el próximo curso, pese a que la Generalitat les ha comunicado que “no se quedarán sin plaza porque tendrán prioridad a la hora de elegir un colegio, público o concertado, de la ciudad”. La decisión no solo ha cogido por sorpresa a las familias, sino también a los 16 maestros de la escuela, que temen quedarse en la calle. Desde Educación solo les han asegurado siete plazas, de las que faltarían por crear tres de ellas tras la incorporación de los nuevos alumnos: educación física, música y educación especial. Lo que significa que nueve profesores, como mínimo, perderán el trabajo.
FOMENTAR LA INCLUSIÓN
Los motivos del cierre que la Generalitat ha trasladado a los centros afectados son, por un lado, la baja matriculación que presenta el Juan Salamero y, por otro, acabar con la segregación escolar para que este tipo de alumnos tengan una mejor inclusión en la sociedad. “Plantean una integración que no es real”, denuncia la directora del Juan Salamero.
El Ayuntamiento de Gavà ha anunciado en un comunicado que no comparte la decisión de la Generalitat, sobre todo al tratarse de “un centro de larga trayectoria que desarrolla un buen trabajo en la ciudad”. También han remarcado que se trata de una propuesta unilateral del Departamento de Educación: “Esperamos que valoren con rigor las consecuencias”, sentencia. Por el momento, están trabajando para ofrecer una alternativa a las familias afectadas.
ANTERIORES AVISOS DE CIERRE
No es la primera vez que la Generalitat anuncia el cierre del colegio Juan Salamero de Gavà. En enero de 2011, el AMPA fue notificado de que el centro cesaría su actividad en septiembre de 2012. Poco después de hacerse pública la noticia, un total de 12 familias anunciaron su intención de matricular a sus hijos en la escuela. Gracias a ello, las amenazas de la Generalitat no se hicieron realidad, quedándose tan solo en un susto. Ahora, la “pesadilla” se ha hecho realidad.