Manu Reyes (PP), alcalde de Castellefels, durante una entrevista a Metrópoli

Manu Reyes (PP), alcalde de Castellefels, durante una entrevista a Metrópoli LENA PRIETO

Gran Barcelona

Manu Reyes defiende su voluntad de diálogo frente a las “falsas” acusaciones de la oposición

El alcalde de Castelldefels ha aclarado que no es cierto que su partido no aceptara las mociones presentadas por la oposición en el último pleno municipal, sino que fueron ellos mismos quiénes “las retiraron cuando le tocó hablar al gobierno”

21 febrero, 2024 23:30

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La oposición crítica, con dureza, y el equipo de gobierno se defiende. Pero, ¿cuándo es o no excesiva esa carga de profundidad? En Castelldefels, hace unas semanas, las diferentes formaciones denunciaron la “deriva autoritaria y poco democrática” de Manu Reyes (PP) en los plenos municipales. Una acusación que ha cogido por sorpresa al ejecutivo, quien no duda de tildarla de “falsa”. “Siempre estamos dispuestos a escuchar la opinión de cualquier partido político”, apunta Reyes en unas declaraciones a Metrópoli.

“Son ellos los que no tienen voluntad de diálogo”, señala el alcalde del municipio. Según esclarece a este medio, no es verdad que su partido no aceptara ninguna moción presentada en el último pleno de enero –tal y como lamentaron el resto de formaciones– sino que “la oposición las retiró cuando le tocó hablar al gobierno”. Un “bloqueo” que no permitió su votación, según apuntan fuentes del PP.

Un mismo pleno, diferentes versiones

En el último plenario, la oposición presentó cuatro mociones que proponían la prohibición del uso de una substancia cancerígena en espacios naturales, la eliminación del cableado en las fachadas de los edificios, la mejora del servicio de atención a la gente mayor y la remodelación de la plaza Colom. Pero ninguna se aprobó. Existen dos versiones del porqué, según se pregunte a la oposición o al gobierno.

Tal como denunció el PSC, los comunes y ERC hace unas semanas, Reyes rechazó las cuatro mociones apoyándose en la mayoría absoluta con la que cuenta. El portavoz de Movem en Comú Podem, Ramon Morera, lamentaba así la nula disposición del alcalde para escuchar las iniciativas de la oposición, remarcando que “no pierden los partidos políticos, sino los vecinos”.

El alcalde de Castelldefels Manu Reyes, acompañado por sus concejales del equipo de gobierno

El alcalde de Castelldefels Manu Reyes, acompañado por sus concejales del equipo de gobierno ORIOL PAGÈS

Reyes, en cambio, denuncia que cuando el Ayuntamiento propuso una enmienda para cada una de las mociones, “con puntos de vista diferentes”, los grupos de la oposición “las retiraron”, negando así la posibilidad de entablar un pacto. “Cuando fue nuestro turno se echaron atrás”, relata el alcalde, quien cree que lo hicieron porque al contar ellos con mayoría absoluta “temieron que aprobáramos nuestra enmienda en vez de su propuesta”. Una reacción que “no permite el diálogo en los plenos municipales” y que “demuestra que aquellos que no están dispuestos a pactar son ellos”, lamenta el alcalde popular: “nosotros también tenemos derecho a expresar nuestra opinión”.

Trabajar en equipo

El alcalde de Castelldefels, por tanto, aboga por la responsabilidad a la hora de trabajar de forma conjunta para “cerrar acuerdos por el bien de los vecinos del municipio”. “Al acabar el pleno solicité a todas las formaciones colaborar de verdad como un equipo”, señala Reyes, además de pedirles “que no esperen al pleno para hacer propuestas. Saben que tienen las puertas del Ayuntamiento siempre abiertas”.

Desmantelamiento del carril bici de la Pineda

No es la primera vez que la oposición denuncia la “poca flexibilidad” del Ayuntamiento de Castelldefels. A los pocos meses de la llegada del PP en el gobierno municipal, el anuncio del desmantelamiento del carril bici de la Pineda levantó ampollas con los partidos de la oposición. Los primeros denunciaron “el derroche de dinero público, el grave retroceso y el ataque injustificado contra la movilidad sostenible de la ciudad” que suponía devolver a la calle los dos carriles de circulación con los que contaba antes de su transformación en una vía ciclable hace cuatro años.

Por su parte, el gobierno local lo defendió a capa y espada, no solo para subsanar problemas relacionados con el urbanismo, sino para recuperar la doble direccionalidad de la vía, una de las pocas arterias de salida de la ciudad.