Una medida barata y ecológica para mantener limpio el parque de Collserola. La sierra barcelonesa, que colinda con nueve municipios del área metropolitana, lleva tiempo sirviéndose de pastores que sacan sus rebaños por la montaña y, a la vez que se alimentan, contribuyen a la limpieza del sotobosque y reducen el impacto de los incendios. Muchos de los municipios han empleado esta técnica y, ahora, Molins de Rei tendrá el suyo propio.
Según ha explicado el Consorci del Parc de Collserola, se trata de un proyecto privado y que todavía se encuentra fase embrionaria, pero que ya ha recibido luz verde por parte de los servicios técnicos. La intención es que el rebaño paste por las inmediaciones de la finca de Can Bofill, donde también pernoctará gracias a la construcción de un corral y una nave.
Quesos artesanales
La intención, relata el jefe de Servei i Territori, Joan Vilamú, es que se instale un rebaño de cabras lecheras, para las que se construirá también una sala blanca en los bajos de la masía, que servirá para elaborar quesos artesanales. Por las condiciones de la especie elegida --a las cabras lecheras se las ordeña dos veces al día-- se prevé que pasten tanto por la propia finca privada como por sus alrededores, aunque es "probable" que no cubran ni todo el monte ni el territorio comprendido en el término municipal metropolitano. No obstante, actualmente no hay ningún rebaño que cubra la mencionada zona.
El AMB solicitó, el pasado enero, un informe sobre el impacto ambiental del proyecto de la nave en suelo no edificable. La respuesta llegó a principios de marzo, con un informe positivo que dio luz verde. Ahora, queda en manos del propietario de la parcela, Oriol Aguayo, hacer realidad el proyecto.
Ganado en la montaña
Una vez terminado, será el tercer rebaño que pastará por Collserola. Actualmente, hay otros tres en activo que suman un total de 1.000 cabezas de ganado. Dos de ellos son de ovejas y un tercero de cabras. A estos, se suman dos pequeños grupos de burros, uno del Papiol y el otro de Valldoreix. Las cabras de Molins sustituirán el rebaño de la misma especie, presente en el área del Papiol, que desaparecerá próximamente.
El nuevo rebaño se alojará en Can Bofill, pero podrá pastar por todo Collserola, en una actividad ganadera que "ayuda a conservar la biodiversidad de la montaña barcelonesa, a la vez que previene incendios". Esta actividad se puede llevar a cabo "libremente durante todo el año, aunque se reduce en verano, por el calor intenso y la sequedad de hierba y arbustos".
Actividad tensionada
Por estos mismos motivos, la actividad ganadera de Collserola se encuentra tensionada. "Tras años de sequía, es más difícil que el ganado encuentre comida, por lo que se añaden suplementos a la alimentación del ganado". No obstante, esos costes añadidos han contribuido que haya disminuido el número de rebaños. De hecho, recientemente han cesado su actividad dos de ellos.
"Esperamos que solo sea un ciclo. Cuando vuelvan las lluvias, volverán a crecer la hierba y los arbustos" y, con ellos, los pastores que saquen a sus rebaños por la montaña a limpiar el sotobosque, añade Vilamú.
Mientras tanto, a muchos de esos animales les espera el matadero. Cuando no se puede sostener un rebaño tan grande, o se venden cabezas a otros pastores o se envía parte de los animales al matadero. Lo más habitual son los cabritos y corderos de unos meses de vida para su consumo cárnico, aunque también ovejas en menor número. "Se envía, en general, lo que la gente más consume", aclara Vilamú.