El déficit de vivienda es enorme en el área metropolitana. Pero hay municipios que se han puesto las pilas. La comarca del Baix Llobregat lidera el ránking en el esfuerzo por conseguir vivienda para sus ciudadanos. Una asignatura pendiente en la primera y segunda corona de Barcelona, que algunas localidades superan con mejor nota que otras. Con el foco puesto en lo que está en marcha este 2024, hay tres municipios metropolitanos que destacan por encima de los demás: Gavà, Cornellà de Llobregat y Viladecans.
Solo sumando lo que estas tres localidades tienen proyectado se obtienen 11.079 viviendas, lo que representa el 60% de la oferta en el área metropolitana de Barcelona. Está lejos de satisfacer la demanda, pero es un gran esfuerzo si se compara con otros municipios.
Unión de municipios en un contínuum urbano
Uno de los municipios que lo ha tenido más claro, hasta ahora, es Gavà, con la alcaldesa socialista Gemma Badia al frente. Este municipio –de 47.000 habitantes– tiene entre manos el proyecto Pla de Ponent, uno de los más ambiciosos del área metropolitana de Barcelona, que prevé construir 4.896 viviendas y cinco kilómetros de carreteras en una superficie de 186 hectáreas alrededor de la Riera dels Canyars.
Unas cifras que parten de un crecimiento de la población actual de 12.500 habitantes y, por lo que al vehículo privado corresponde, en 7.500 coches más. El proyecto, aprobado por la Generalitat en 2006, prevé unir Gavà con Castelldefels en un contínuum urbano a través de la creación de cuatro nuevos barrios: Can Ribes, ya ejecutado; Ca n'Horta, y los distritos de Canyars Nord y Canyars Sud.
Además, durante este mandato, se crearán 800 viviendas protegidas, tanto en régimen de compra como de alquiler o dotacional. Estas se sumarán a las dos promociones del barrio de Can Ribes, ambas de protección oficial, y que completan un total de 280 pisos. Con la vista puesta en el futuro, la oferta de vivienda asequible se ampliará en 900 más, que se edificarán en los sectores de Ponent, Espai Roca, Can Cerdans y Resintex.
Colaboración público-privada
En Cornellà de Llobregat, su alcalde socialista Antonio Balmón, que es también vicepresidente ejecutivo del AMB, ha aprobado el Plan de Vivienda 2020-2030 con la mirada puesta en aumentar el parque residencial en 3.187 apartamentos. Del total de viviendas que se crearán, 2.943 serán de nueva construcción, a las que hay que sumar 100 pisos más de la Bolsa de Alquiler Social, más un aporte de 50 por convenio con la Agencia Catalana de Vivienda (ACH), y otras 94 que forman parte del incremento de reservas producidas al margen del planeamiento.
Por ámbitos, la mayor de parte de los pisos protegidos estarán situados en la zona de Ribera Salinas (53%), seguido de Pedró-Gavarra (24%), Suris-Fontsanta (11%), y Almeda-Famades (12%). Para materializarlo todo, el Ayuntamiento trabaja con otras administraciones y promotores públicos y privados.
En cuanto a política de vivienda municipal, esta se desarrolla desde la empresa municipal Procornellà, que gestiona una Bolsa de Alquiler Social de 72 viviendas para familias vulnerables en situación de precariedad habitacional, además de 26 viviendas en convenio con la Generalitat. También cuenta con 76 viviendas activas de alquiler protegidas o asequibles y 10 más en el sector Pisa. En total, 184 viviendas de alquiler accesible y social para familias vulnerables.
Este año se prevén 640 viviendas. De ellas, 93 están en construcción y serán de protección oficial en régimen de alquiler (para jóvenes y personas mayores): 40 en el sector Famades y 53 en la calle Soler i Cortada. En proceso de tramitación se encuentran 100 viviendas de protección oficial en régimen de alquiler en el sector Siemens, 57 de alquiler en Millàs, 167 de alquiler y de protección oficial en Tintes Especiales, 118 en el sector Priorat, y 12 viviendas de protección oficial en la avenida de Les Flors.
Viviendas de mercado libre
Otro de los municipios más activos es Viladecans, donde hay en marcha tanto vivienda de protección oficial como de mercado libre. El barrio de Llevant –conocido como Les Oliveretes– es un complejo residencial de 2.996 viviendas repartidas en 58 edificios, donde un 47% serán de protección oficial, por encima de lo que marca la ley catalana. El proyecto, que avanza a pasos agigantados, prevé para este año la construcción de 396 pisos en régimen de compra con promociones privadas cooperativas, 140 de la misma naturaleza en adjudicación y 22 en régimen de alquiler en construcción, a cargo del IMPSOL. En total, 558, todas de protección oficial.
El proyecto de Llevant ha sido posible gracias al Ayuntamiento de Viladecans, dirigido por el socialista Carles Ruiz, y la Generalitat de Catalunya a través del Incasol. Ambas instituciones vendieron los terrenos, que tenían en propiedad, por más de 25 millones de euros.