Además de contar la historia de la Floristería Cyca's de Santa Coloma de Gramenet, este artículo pretende ser una carta de despedida. La que Alejandro Anglés, el propietario del negocio, quiso escribir y no pudo, pero que ha decidido confiar a Metrópoli. El hombre, que este febrero ha cumplido 65 años, se jubila y bajará la persiana de su querida floristería.
Un local que podría considerarse histórico en la ciudad: Alejandro lo abrió en el 1991 y ha estado al frente 33 años. Ahora, con "mucha pena", admite que "ha llegado su hora" y dice adiós a su segundo hogar.
De aprendiz a fundador
Alejandro hace con este medio un repaso de su vida. Una vida dedicada a las flores. El hombre comenzó de bien jovencito a formarse en el mundillo: "Empecé a trabajar como aprendiz durante mis vacaciones mientras estudiaba, con 16 años". Así, se fue forjando en el oficio en diferentes floristerías de Sant Gervasi, en Barcelona.
Fueron años intensos de mucho aprendizaje que le permitieron, finalmente, montar su propio negocio: "Por aquel entonces en Barcelona era impensable, había alquileres inmensos. Así que acabé en Santa Coloma", recuerda Anglés, que es vecino de Sant Adrià de Besòs.
Una floristería "de paso"
En el barrio de Can Mariner, en la calle Sant Ramon, fue donde Alejandro abrió su Floristería Cyca's. Al principio, "era una de las mejores calles de Santa Coloma", asegura el propietario. "Pasaba mucha gente por delante para ir al metro desde Fondo o incluso desde Sant Crist, en Badalona". Una zona de paso que dejó de serlo tanto cuando se inauguró, más tarde, la L1 en Fondo. "Pero yo he trabajado siempre lo máximo posible y he sido muy profesional". Lo que hizo que Alejandro lograse cosechar una clientela fija, la de toda la vida.
Ese ha sido el elemento clave del éxito de la floristería: "Nos hemos defendido gracias a ello". Eso y, por supuesto, el buen hacer del florista, que ha "tocado todos los palos": desde hostelería hasta bodas, comuniones e incluso algún servicio funerario. Sus encargos han viajado por toda Barcelona. "Y, sobre todo, regalos. Viene mucha gente para comprar presentes".
"Se me ha hecho difícil"
Alejandro reconoce a este medio que tomar la decisión se le "ha hecho muy difícil": "Tampoco lo he querido hacer muy público porque todavía estaré un par de meses más con el negocio abierto". Sin embargo, este Sant Jordi será el último: "En junio ya bajaré persiana". Y lo hará con el cariño de las familias a las que ha vendido sus flores generación tras generación: "Cuando yo llegué, hace 30 años, los padres se casaban. Ahora lo hacen los hijos y los nietos ya van a hacer la comunión".
En cuanto a los malos momentos, todo negocio que se precie los sufre: "Hemos pasado crisis como todo el mundo, pero he conocido a muchísima gente y han sido años muy buenos", valora Anglés.
Ser autónomo, un riesgo
Ninguna de las hijas de Alejandro continuará con la floristería, aunque fue una de ellas, Eva, la que anunció por las redes sociales la jubilación de su padre con el objetivo de atraer a los últimos clientes, cuantos más mejor, de este 23 de abril tan especial. El hombre lo comprende: "Cada una ha tomado su camino y ellas han visto los problemas que acarrea ser autónomo. Se trabaja mucho, también los fines de semana y festivos". A ello se le suma el "intrusismo" del sector, que cada vez hace más difícil que los negocios como este prosperen.
Aún así, la hora de su jubilación ha llegado y aunque Alejandro lo vive con mucha pena, se siente agradecido a su gente de Santa Coloma y alrededores que ha mantenido viva la esencia de Cyca's. Dice que ha intentado "mil veces" escribir una carta de despedida para su fiel clientela, sin éxito, pero espera que estas líneas le ayuden en su propósito de honrar y conmemorar a las asiduas familias que siempre han estado ahí.