La Guardia Urbana de Cornellà de Llobregat está de luto tras la muerte de Lúa, una perra que formaba parte de la Unidad Canina.
La joven belga Malinois, de tan solo cuatro años de edad, ha fallecido a consecuencia de una picadura de un mosquito que transmite la Leishmania, afectándole gravemente a pulmones y riñones.
Adoptada desde cachorra
A Lúa la adoptaron en el cuerpo local de policía desde que era una cachorra y fue formada desde entonces. Su hoja de servicio, dicen los agentes que tuvieron la suerte de trabajar con ella, ha sido "impecable" y "trabajó plenamente junto a su guía hasta sus últimos días".
Junto a su compañero canino Tro, los agentes adiestraron a ambos perros para detectar drogas. Y lo conseguían, tal y como presenció en directo Metrópoli: mantenían a raya el menudeo en la ciudad.
Una novata
Lúa se caracterizaba por una brutal energía: su guía la definía como un "terremoto". Ya en su fase de aprendizaje, el olfato de la can no fallaba y se mostraba siempre impaciente por comenzar su jornada laboral.
Una implicación y cariño que sus compañeros, caninos y humanos, no olvidarán.