Triste fin para el quiosco de chuches situado al final de la calle del Mar de Badalona. Manolo y Teresa, sus dueños, bajan la persiana de la pequeña parada porque se jubilan.
Una etapa que se acaba después de muchos años, "toda la vida", vendiendo comida y bebida en el paseo Marítim de la ciudad.
Jubilación
Ambos hermanos heredaron el oficio de sus padres: un matrimonio que también vendía chuches y almendras garrapiñadas en un carrito móvil en la Rambla, tal y como avanzó el TOT Badalona.
Algunos nostálgicos han expresado su tristeza en las redes sociales, aportando anécdotas de su infancia en ese quiosco. El negocio ya se ha traspasado.