Con el cambio de escenario tras la flexibilización de las restricciones por la sequía, Barcelona respira un poco más tranquila. La ciudad, junto al resto de municipios costeros del área metropolitana –como Castelldefels– solicitaron la apertura de las duchas y lavapiés de sus playas, un servicio inoperativo desde 2021.

El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), entidad encargada de la gestión de las playas, ya ha iniciado el protocolo sanitario establecido para determinar la calidad del agua de estas instalaciones, imprescindible según la normativa para redes que han estado durante tanto tiempo fuera de servicio. A consecuencia de la inmovilidad del agua dentro de la red, las analíticas no han dado en todas las localidades los resultados esperados.

Playa de Lluminetes, sin duchas

En el caso de Castelldefels, todas las duchas de la playa se han podido abrir con normalidad, a excepción de las de Lluminetes, que no se han podido reabrir porque las analíticas han mostrado deficiencias graves en la calidad sanitaria del agua. Después de dos cloraciones, los técnicos han vuelto a detectar deficiencias que impiden su apertura, de forma que será necesario un tercer tratamiento de choque, que se hará modificando las condiciones de la red.

Los resultados definitivos de esta medida no se conocerán hasta principios de septiembre, de forma que las duchas continuarán cerradas hasta que no se pueda garantizar sanitariamente la seguridad de las personas usuarias. El Ayuntamiento de Castelldefels lamenta los inconvenientes, pero recuerda a los bañistas que las duchas del resto de accesos de la playa están en uso.

Playa de Castelldefels ARCHIVO

Cerradas desde 2021

Las duchas y lavapiés de las playas metropolitanas se encontraban fuera de servicio o con restricciones desde octubre de 2021, momento en el que se decretó la alerta por sequía en Barcelona. Una medida que se vio reforzada en febrero de este año, cuando en la provincia se declaró el estado de emergencia, el peor escenario de todos. En estos años, el ahorro de agua estimado por el AMB es de más de 130.000 metros cúbicos, una cifra que equivaldría a llenar 52 piscinas olímpicas.