El depósito municipal de Santa Coloma de Gramenet está invadido de patinetes eléctricos. De hecho, ya no tiene prácticamente espacio para almacenar todos los que requisa la Policía Local.
Actualmente, hay 396 y sus propietarios prefieren abandonarlos que pagar las tasas por recuperarlos. Además, en la mayoría de los casos son vehículos fraudulentos que han sido manipulados para circular a velocidades muy superiores a la permitida.
Patinetes trucados
“Es una locura”, lamenta la alcaldesa Mireia González. El Ayuntamiento de Santa Coloma quiere vetar estas prácticas para garantizar la buena convivencia en la vía pública entre los diferentes tipos de usuarios, mientras trabaja en una modificación de las ordenanzas que permita trasladar los vehículos de movilidad personal abandonados a las plantas de reciclaje.
La diferencia entre los patinetes eléctricos y los coches es que en el segundo caso el desguace va incluido en la requisa de la policía, es decir, si el propietario no recupera el vehículo en dos meses, se va a una planta de reciclaje. Con los patinetes eléctricos, pero, hay un vacío normativo que impide hacerlo.
111 kilómetros por hora
En abril de este año, la Policía Local multó a un hombre por manipular un patinete eléctrico, alcanzando una velocidad de 111 kilómetros por hora. La velocidad máxima permitida para este tipo de vehículos es de 24 kilómetros por hora, con lo que el infractor estaba cuadriplicando la velocidad permitida.
Para la exalcaldesa, Núria Parlon, "el uso de los VMP promueve una movilidad sostenible, pero no podemos permitir el uso indebido que los convierte en un peligro para los y las conductoras y para la ciudadanía". En septiembre de 2023, se inició una campaña de control por parte de la Policía Local, que según expresó Parlon en su día, "es un ejemplo de la adaptación de nuestra Policía a los nuevos usos sociales, antes se hacían controles de coches y motos y ahora incluimos las bicis y patinetes".