Òscar Gil Luis Miguel Añón Simón Sánchez Andoni Berná

Respiración contenida, pulsaciones desbocadas, la gota de sudor frío que arranca su andadura en la nuca y recorre la espalda, el atronador silencio de la calma que precede a la tormenta de fuego, chispas y pólvora. Nervios, ganas de sentir la explosión de adrenalina una vez acabe el versot. Cientos de personas se concentran en la plaza de la Vila de Tiana y las calles cercanas. Frente a ellos, las colles de diables, tanto la del municipio como otras invitadas, forman filas para cumplir con su misión: desatar el caos más divertido durante el Correfoc.

"Es oler la pólvora y que se te erice la piel", relata a Metrópoli Gemma Arrabal, la cap de colla de los diables de Tiana. ¿Qué les empuja, año tras año, a enfundarse en trajes ignífugos en pleno verano y danzar con el fuego? "Es revivir mi niñez, son nervios y emociones juntas", añade. 

Otros, como el diable Miguel Ángel Martínez, explican el orgullo que sienten al formar parte de la cadena de transmisión generacional de la cultura popular catalana. "Somos un escalón de la gran escalera que transmite la cultura catalana y eso es algo que me emociona", detalla. "Formar parte de una colla de diables es echar raíces, formar parte de algo muy bonito", considera la diablesa Laura Pascuet. "Te da identidad propia, te hace sentir que eres parte de algo más grande, analiza el también diable Martí Placencia.

Raro es el pueblo en el Principado que no tiene su propia colla que, por las fiestas patronales, sale a las calles a 'vestirlas' de rojo, naranja y amarillo en una rúa incandescente ante la atenta mirada de personas de todas las edades.

Origen del Correfoc

Pero ¿de dónde viene esta cápsula de la cultura catalana que tanto atrae a los jóvenes, ansiosos de bailar y saltar en una lluvia de chispas? El origen del Correfoc se encuentra ya documentado en el Ball de Diables y es tan antiguo --quizá más-- que la misma corona de Aragón. De hecho, el primer caso documentado data de la boda entre la princesa del reino de Aragón, Petronila y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, en 1150.

Correfoc Tiana 2024 LUIS MIGUEL AÑÓN Barcelona

En sus inicios, era una representación dramática que se hacía entre los platos en las cenas de la nobleza y durante el corpus. Con el tiempo, lo que empezó siendo una representación de la lucha del bien contra el mal --con una fuerte carga religiosa-- se ha transformado en lo que es hoy en día, un despliegue de pirotecnia, percusión y una performance en la que todos están invitados a participar, muy típica de Catalunya, pero también de la Comunidad Valenciana, Baleares y de la Catalunya Nord (sur de Francia). En Barcelona, se pueden encontrar colles en buena parte de los barrios de la capital.

Un caos ordenado

El aparentemente caótico desfile de decenas de personas quemando a los asistentes, sin embargo, deja poco al azar. Colles como la de Tiana comienzan a preparar la función con muchos meses de antelación. Se planifica todo: la pirotecnia que se va a utilizar, la ruta, la performance, la disposición de los integrantes y el papel a cumplir de cada uno de ellos. Con una propuesta clara, "comenzamos a tantear al Ayuntamiento para ver el presupuesto, los puntos a tratar, etc.", explica Arrabal.

Correfoc de Tiana 2024 Òscar Gil Coy Tiana

"El Correfoc es en septiembre, por lo que de cara a junio o julio intentamos ya tenerlo todo preparado", desgranan. Ya el mismo día, los diables van a comprar el material, celebran una reunión con todos los caps de colla y repasan el plan.

Tras el tradicional versotuna pequeña representación de unos minutos --de corte muchas veces político y tono eminentemente satírico-- sirve de introducción para el ardiente plato principal.

Correfoc de Tiana 2024 Òscar Gil Coy Tiana

Todo está planificado: encabeza la marcha un grupo de percusión, que anima a los espectadores y marca el ritmo de los diables. Le sigue la punta, diables encargados de marcar el límite al que puede llegar el fuego. Seguidamente, va la zona de fuego, ahora sí, los diables detonando los petardos, las fuentes y el material pirotécnico. "Ahí es donde la gente sabe que pueden bailar con los diables y, claro, pueden quemarse, por lo que van protegidos --habitualmente--, con prendas de ropa gruesa. Luego va la encesa, dos diables encargados de supervisar y moderar el ritmo al que se enciende el material y "llevar la batuta" de la exhibición.

Tras la encesa va otro grupo de diables en reserva, esperando su momento para avanzar hasta la zona de fuego con sus tridentes encendidos y los repartidores, que se encargan de repartir los petardos entre los diables y, a su vez, custodian el carro con todo el material inflamable. La procesión demoníaca la finaliza un segundo grupo de percusión.

Correfoc de Tiana 2024 SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Polémicas

Todos los años, la mayoría de los versots y funciones tienen un corte político, este año no ha sido una excepción. No obstante, muchas colles han puesto el foco en los Ayuntamientos. En el caso de Tiana, sin ir más lejos, la función giró en torno a la falta de un convenio que puso en riesgo la celebración del mismo Correfoc.

Por las fiestas de La Mercè de Barcelona, la colla de Diables del Clot decidió no participar en el Correfoc, ya que "no les representaba". En un comunicado público, argumentaron que las administraciones "hacían y deshacían a placer bajo un criterio marcado por el turismo y la gentrificación" y que las colles "no solo no habían sabido poner remedio, sino que se habían apuñalado por la espalda las unas a las otras".

Correfoc de Tiana 2024 SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Las colles, en definitiva, son grupos de personas que terminan siendo amigos, unidos bajo el estandarte de un espectáculo que tiene su parte teatral, su parte musical, su parte sentimental. Durante los meses, superan juntos adversidades y, quizá, los disgustos valgan la pena. Al final, según concuerdan Placencia y Martínez, "no parar de sudar y de correr, oler la pólvora, que casi parece una droga; estar en primera línea con tu maza, quemar y ver que la gente lo pasa bien... eso es increíble".