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Esplugues de Llobregat da un nuevo paso en su ambicioso proyecto de construcción de pisos públicos para paliar los problemas de vivienda que sufren los habitantes del área metropolitana de Barcelona

El Incasòl ha adjudicado la construcción de un lote 402 nuevas viviendas protegidas destinadas al alquiler asequible en la nueva zona Área Residencial Estratégica (ARE) Montesa, donde se ubicaba la antigua fábrica de motos Montesa, hoy en día en manos de Honda. La compañía que ha ganado el concurso ha sido Culmia, que invertirá 45 millones de euros a cambio de la explotación del alquiler durante 75 años

Terrenos en los que se edificará la nueva promoción GALA ESPÍN

Inicio de las obras

La empresa se encargará de la construcción de tres parcelas formadas por 188, 82 y 132 viviendas, respectivamente. Además, según está planificado, los edificios contarán con espacios comunes exteriores. 

El proyecto contempla el inicio de la construcción de estas más de 400 viviendas para finales de 2025 o principios del 2026. Si las obras se desarrollan según lo previsto, las familias podrán recibir los pisos durante el primer trimestre de 2028.

Promoción de viviendas Esplugues en una imagen de archivo GALA ESPÍN Barcelona

Una nueva zona residencial

La construcción se enmarca dentro del gran plan para dotar al municipio metropolitano de vivienda asequible. El nuevo barrio de ARE Montesa contará con 2.105 pisos de nueva construcción, de las que 1.059 serán protegidas. El proyecto contempla un reparto de 530 domicilios en régimen general y 529 en régimen especial, de los cuales unos 700 serán de alquiler.

El plan del consistorio es dotar este espacio de todos los servicios. Es por ello que además se ha planificado la nueva comisaría de la Policía Local y un nuevo hospital de la compañía Vithas, que abrirá a mediados de 2025 y dará trabajo a 1.800 personas en sus 40.000 metros cuadrados de superficie.

En 2009, el gobierno encabezado por Montilla ya dio los primeros pasos para establecer una zona residencial. El primer plan de la Generalitat ya planeaba el terreno como un espacio fundamental para el futuro parque de viviendas públicas. Se definió como una área residencial estratégica, aunque no fue hasta 2019 cuando se aprobó el proyecto de forma definitiva.