Lourdes Borrell (Mataró, 1961) ha recuperado el timón de Sant Feliu. Tras haber ejercido como alcaldesa hace casi una década y media, el pasado año recuperó la vara y, con ella, una herencia envenenada. El estado económico del consistorio se encontraba bajo mínimos, lo que obligó a centrar los esfuerzos en medidas dirigidas a revertir la situación.
Inmersa en los meses finales del segundo año de mandato, y con la reivindicación histórica del soterramiento de las vías de Rodalies en marcha, la líder socialista reivindica el trabajo realizado para impulsar el municipio, pero quiere más. Tras años en los que no se ha dado esta situación, la alcaldesa asegura que Sant Feliu está comenzando a ejercer como capital del Baix Llobregat, y busca su espacio en el área metropolitana. La tecnología, la innovación y la formación son las grandes apuestas de Borrell, quien también espera la materialización de la Barcelona de los cinco millones de habitantes.
Usted y su partido recuperaron la alcaldía en 2023. ¿Qué retos se ha marcado para este mandato?
En 2010 fui alcaldesa, estuvimos gobernando desde 2004 al 2011 como PSC. En 2015 cogobernamos con ICV y en 2019 gané las elecciones, pero no pude gobernar por los pactos. En 2023 volví a ganar las elecciones como cabeza de lista, y hemos podido gobernar haciendo un pacto para tener mayoría. Los retos son importantes, son unos momentos muy diferentes a los que teníamos en 2010, cuando hubo crisis y sequía. En aquellos momentos, tenía un proyecto de soterramiento para licitar, pero con la situación económica Catalunya no invertía su parte y el Estado quería poner el 50%. En el mandato 15-19, que cogobernamos, tuvimos la gran suerte de que el PSOE entrara en el Gobierno, y pudimos reemprender una de las obras ferroviarias más importantes para Sant Feliu y el resto de Catalunya. Logramos el soterramiento de las vías del tren, totalmente pagadas por el Estado. Es el tema más importante en el que estamos en estos momentos, tanto por el soterramiento de las vías como por la reurbanización de la parte central de la ciudad.
La vivienda es una de las grandes preocupaciones en el área de Barcelona, que está apostando por multiplicar los pisos sociales. ¿Cuál será la aportación de Sant Feliu?
No se ha hecho vivienda de protección oficial desde que cogobernamos de 2015 a 2019. Ahora estamos inmersos en un plan que estamos trabajando con el AMB y con la Generalitat, en una gran inversión que se quiere hacer en vivienda. La zona del soterrament adquirirá una gran capacidad para ello, así como para espacios públicos, sanitarios, educativos y culturales. Somos una ciudad creciente que se dirige a los 50.000 habitantes. Necesitamos que haya equipamientos y ampliaremos la zona verde en más de 30.000 metros cuadrados. Si todo va bien, el planeamiento se aprobará en enero, y podrán construirse casi 1.000 viviendas, entre privadas y de protección oficial. En el AMB han aceptado otros espacios, donde se pueden lograr unas 700 u 800 viviendas de alquiler.
Adif está ejecutando las obras de soterramiento de las vías de Rodalies en Sant Feliu, una demanda histórica del municipio. ¿En qué estado se encuentran las obras? ¿Será usted la alcaldesa que inaugure las nuevas instalaciones?
Seré la alcaldesa que las inaugurará, por mucho que tengamos siete meses de retraso porque hubo la okupación de la estación antigua, que no se produjo hasta que tuve mi primer pleno en julio de 2023. Hay que recordar que todos los soterramientos tardan cuatro o cinco meses antes de que pueda pasar el tren por cuestiones de seguridad, informáticas... Calculamos que, como muy tarde, lo podremos inaugurar el último trimestre de 2026. A finales de este año o a principios de 2025 también terminará el proyecto de continuidad del Trambaix. Estamos trabajando para tener tres paradas más en nuestra ciudad y encararlas hacia Molins de Rei.
Estos trabajos están conllevado afectaciones en la movilidad de los vecinos. ¿Cómo se están abordando?
Estando muy encima y al lado de los vecinos. Hay momentos de la obra que han requerido medidas como cerrar el puente de la riera de la Salut, que no estaba contemplado, donde se puede pasar caminando, pero no en coche. También han tenido que cerrar los dos puentes de Verge de Montserrat para siempre, lo que ha dejado solo dos vías para movernos en coche. Hemos trabajado con el área metropolitana y hemos cambiado el recorrido de nuestros autobuses urbanos para que la gente pueda coger el autobús gratis y cruzar de un lado a otro por la nueva pasarela.
Antes de recuperar la alcaldía se mostró partidaria de la creación de carriles bici en la ciudad, pero incidió en la importancia de planificarlos correctamente. Algunos de los implementados en el pasado mandato, como el de Marquès de Monistrol, suscitaron las críticas vecinales y de comerciantes. ¿Revisará la red ciclable de la ciudad?
Este gobierno está haciendo la redacción de todos los proyectos, y luego busca fuentes de financiación fuera. No al revés, que buscas fuentes de financiación y corres a hacer un proyecto. El cierre que no estaba previsto del puente de la riera de la Salut hizo que no se pudiera segregar el de Rambla, desde la plaza Dot hasta la avenida Montejurra. En este mandato modificaremos toda la calle de Marquès de Monistrol, hasta la calle de Girona. Creemos en los carriles bici, pero bien planificados y dependiendo de cada una de las calles por las que tienen que pasar. Se tienen que redistribuir, que la ciudadanía los vea en positivo. El equipo de gobierno anterior no hizo nada para tener el AMBici. Ahora que lo tenemos es un éxito, y aumentaremos otra estación. También nos hemos puesto con las motos compartidas. Tendremos 78 e iremos ampliando, tenemos un estudio hecho que indica que quitaremos de la circulación 400 motos privadas en nuestro municipio. Estamos por la movilidad sostenible y la descarbonización, por ello también la importancia de las fotolineras y las electrolineras. Otro de los trabajos es cambiar la flota de los coches de brigada, que tienen más de 20 años y contaminan.
Según datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior, en el segundo trimestre de 2024 se registraron 912 infracciones penales en Sant Feliu, una cifra muy similar al mismo periodo del año anterior, pero que dista de los 711 del segundo trimestre de 2019, antes de la pandemia. ¿Qué medidas ha tomado el gobierno municipal para mejorar estos indicadores?
De entrada, estamos formando una necesaria dotación de Policía Local. Nos encontramos que había unas plazas creadas, pero que no estaban ocupadas. Hemos hecho una bolsa de Policía Local, y ahora ya somos 60. Esto nos ha permitido impulsar la policía de proximidad. Tenemos dos agentes en cada barrio, que van a todas partes caminando y trabajan con el comercio, las asociaciones de vecinos, las escuelas, detectan posibles casos de vulnerabilidad y de soledad, casos de agresión o violencia, y problemas de drogas u otros de convivencia en calles y plazas. Este gobierno también se ha encontrado que la Policía Local no estaba dotada, la furgoneta de atestados era una antigua ambulancia arreglada, y las armas tenían más de 20 años. Además, hemos estado trabajando para implementar la videovigilancia. El antiguo equipo de gobierno no quería saber nada de las cámaras, pero tenemos que saber que Esplugues, Sant Just, Cornellà y Sant Joan Despí las tienen, y nosotros estábamos en un punto negro.
Precisamente, durante los primeros meses al frente del consistorio, su gobierno incidió en la "mala herencia" económica que dejó el Ejecutivo de coalición de comunes y ERC en Sant Feliu. ¿Cuál es el estado económico actual del Ayuntamiento?
Se ha subsanado frenando el gasto y haciendo un plan de choque de contratación. Como alcaldesa tuve que presentar en el pleno la situación en que estaba la ciudad, con los 242 reconocimientos extrajudiciales de crédito. El reconocimiento extrajudicial de crédito está contemplado en momentos concretos, para servicios que tienes que ofrecer sí o sí, aunque la empresa quiebre. Aquí nos encontramos que no se utilizó para esto. Estos reconocimientos extrajudiciales de crédito eran contratos sin proceso. Como alcaldesa, abordé esta situación, y ahora tenemos 90, que tienen un contrato menor y un procedimiento de adjudicación abierto. En materia económica, igual. Nos encontramos con una Festa de Tardor sin dinero, no había luces de Navidad... Y, en un proceso como en el que estábamos, con el soterramiento, no nos podíamos permitir estar intervenidos. Fue muy duro porque habían hecho un presupuesto para seis meses, no para el resto del año, la interventora municipal detalló en qué situación estaba el Ayuntamiento. Ya hemos hecho la ponencia de los presupuestos para 2025, unas sesiones que se habían dejado de hacer durante los cuatro años anteriores. La ponencia es transparencia, explicar a la ciudadanía qué presupuesto vas a poner, qué ingresos se presupone que tendremos y en qué los vamos a distribuir según el plan de mandato que nos hemos comprometido a realizar.
¿Cuál es el modelo económico por el que apuesta Sant Feliu? ¿El ecosistema empresarial del municipio goza de buena salud?
El municipio goza de buena salud, hemos impulsado medidas para la pequeña y mediana empresa. En los barrios de La Salut y de Can Calders, quien abra un negocio tendrá facilidades, con bonificaciones del 95%. Queremos persianas arriba. Hemos frenado los cambios de uso de locales a viviendas, no queremos que los comercios se transformen en infraviviendas. También estamos invirtiendo en el polígono industrial, estamos ayudando a tener certificados empresariales, comunidades energéticas y trabajando en internacionalización. El ejemplo es la cementera Sanson. Estamos buscando inversores del ámbito del conocimiento, la tecnología, la economía verde o la formación, que no sean de logística. Trabajamos juntamente con Cementos Molins, que será la encargada de desmontar toda la cementera.
Sant Feliu es la capital del Baix Llobregat. ¿Cree que el municipio está ejerciendo un rol de liderazgo en la comarca?
Está empezando. No se salía a explicar la necesidad de contar con inversores que pueden venir aquí. Estamos muy bien situados. Sant Feliu, capital del Baix Llobregat, está a 10 minutos del aeropuerto, a 20 minutos del puerto y a 20 minutos del centro de Barcelona, plaza Catalunya. Se tiene que ejercer de capital del Baix Llobregat en esto, pero también en tema formativo. La semana pasada estuvimos con la consejera de Educación, Esther Niubó, para trabajar en el nuevo convenio de la Escuela de Hotelería. Estamos ofreciendo una escuela que ya está hecha para que la Generalitat tenga que hacer una menor inversión.
¿Qué papel debe jugar el municipio en el AMB?
Somos un área importante para la industria tecnológica, estamos en un espacio natural relevante y comunicado, con la demanda energética también cubierta. Podemos tener espacios para innovación y formación, y tenemos una buena comunicación. Al pool sanitario, desde Esplugues hasta Sant Joan Despí, nosostros aportamos Almirall, empresas como Dallant, y otras cotrabajando con este ámbito. Somos fuertes en este espacio. Tenemos que ejercer como capital del Baix Llobregat, y que en el área metropolitana también se nos tenga previstos en estos espacios donde no estábamos y queremos estar.
La ampliación del área metropolitana es un debate que está sobre la mesa. ¿Cree en la Barcelona de los cinco millones de habitantes?
La Barcelona de los cinco millones es necesaria. Si queremos la igualdad, los mismos servicios para los municipios, estén donde estén, necesitamos un espacio de entendimiento como el del Arco Metropolitano.
¿Cómo se imagina la ciudad en 2030?
Será una ciudad conectada, cohesionada y sostenible. Una smart city. Queremos la digitalización, la inteligencia aplicada a la movilidad y a otros ámbitos. Por fin tendremos una ciudad en la que nos daremos la mano de un lado a otro.