Terrassa se ha quedado desde este viernes sin bomberos por culpa de varios desprendimientos en su parque. La localidad catalana se ha visto obligada a trasladar a sus profesionales bajo la orden de Inspección del Trabajo, que ha observado peligro evidente para que los técnicos de la Generalitat desarrollen sus funciones en el edificio.
Según ha explicado el sindicato UGT a Metrópoli, el primer desprendimiento tuvo lugar el pasado domingo. Parte de las bobadillas ubicadas en las vigas de la infraestructura cayeron sobre un falso techo.
Los desprendimientos, ubicados concretamente en la entrada al vestuario --muy concurrida--, se sucedieron a lo largo del lunes hasta que el falso techo cedió y, con él, todas las placas de cerámica desprendidas.
Inspección
Desde este mismo lunes, los delegados sindicales pidieron el cierre temporal de la instalación, un cierre que se ha hecho efectivo este viernes después de que el mismo sindicato llevara a cabo una inspección independiente.