Las lluvias de marzo han sido muy generosas en Barcelona. El pantano de Sau, la gran referencia para conocer cómo se iba superando la sequía, bordea ya el 70% de su capacidad.
El agua fluye desde del río Ter y ha ido llenando el embalse. Pero también se nutre del agua que aflora desde las montañas. Sau se encuentra al pie de la cordillera de las Guilleries.