Soy meteorólogo y estos son los pueblos más frescos de Barcelona para esquivar la ola de calor: hasta 10 grados menos

Barcelona atraviesa una semana sofocante, con temperaturas que superan los 30 °C en el interior y mínimas que no bajan de los 25 °C en muchos puntos del litoral.

Las noches tórridas, sin apenas alivio térmico, y el bochorno persistente han convertido el día a día en un desafío, especialmente para los colectivos más vulnerables. Ante este panorama, buscar refugio del calor se ha vuelto una necesidad básica.

El calor extremo no solo afecta al confort, sino también a la salud. Ante este contexto es importante hidratarse, evitar la exposición al sol durante las horas centrales del día y encontrar espacios frescos o climatizados para pasar las horas más críticas. 

Dos hombres sin camiseta pasean por Barcelona durante la ola de calor EP

1. Castellar de n’Hug

Icónico municipio de la comarca del Berguedà, a las faldas del Parque Natural del Cadí-Moixeró y situado a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar, Castellar de n’Hug corona el podio de los refugios contra el calor.

Este pueblo, más allá de ser conocido por su singular belleza, su entorno natural, sus paisajes verdes y por marcar el nacimiento del río Llobregat, Castellar de n’Hug destaca también por sus bajas temperaturas en verano.

Para hacernos una idea de la diferencia térmica, en plena ola de calor, mientras las noches en la capital catalana no bajamos de los 25 °C, los termómetros marcaban entre 10 y 14 °C de mínima, gracias a la cercanía de las montañas que lo rodean y la influencia de la inversión térmica en episodios de calma anticiclónica.

Castellar de n'Hug en una image de archivo WIKIMEDIA COMMONS

2. Castellar del Riu

Ubicado en el corazón del Berguedà, a unos 1.200 metros de altitud, Castellar del Riu es un pequeño municipio rodeado por la Serra de Queralt y la Serra d'Ensija-Rasos de Peguera.

Hogar del emblemático “Pi de les Tres Branques”, ofrece temperaturas veraniegas que rara vez superan los 25 °C durante el día, y con noches frescas que pueden descender hasta los 12-15 °C.

Su orografía y sus extensos bosques favorecen un microclima ideal para escapar del calor. Además, su tranquilidad y las vistas panorámicas lo convierten en un destino perfecto para desconectar.

Iglesia de Sant Vicenç de Espinalbet, en Castellar del Riu Ayuntamiento de Castellar del Riu

3. Saldes

Con unas vistas inigualables del Pedraforca, un buen número de miradores, y 1.200 metros sobre el nivel del mar, Saldes se convierte en una muy buena alternativa para quienes huyen de la ciudad.

Tanto para los amantes de la montaña, como para todos aquellos que quieran tomarse un respiro del calor y el bochorno de estas últimas semanas, Saldes es, sin duda, una opción perfecta.

Las temperaturas en verano oscilan entre los 12 y 22 °C, gracias a su altitud y una brisa fresca, especialmente durante las noches, producto de la influencia de los picos montañosos que lo rodean.

Entre otras curiosidades, se destacan los restos prehistóricos, como el Dolmen de Cal Xisquet de Maçaners y la iglesia románica de Sant Martí. Además, el entorno cercano de la riera Salada es la que da nombre a este municipio catalán.

El pueblo de Saldes en una imagen de archivo Visit Pedraforca

Refugios climáticos cerca de Barcelona

Más allá de este TOP 3 de pueblos frescos, encontramos otros lugares de la geografía barcelonesa donde pasar unas horas o días lejos del calor sofocante.

Entre estos municipios encontramos Gisclareny, Vallcebre, Fígols, Sant Jaume de Frontanyà, La Pobla de Lillet (especialmente bajas sus temperaturas mínimas, por encontrarse situado en un valle, la Vall de Lillet), así como también La Nou de Berguedà, Borredà, Sant Julià de Cerdanyola o Vidrà.

Mapa de temperaturas mínimas PredictWind, modelo Arome

Todos estos pueblos, a pesar de que se encuentran cerca de los Pirineos y recibir su influencia térmica, sobre todo durante las noches y madrugadas, siguen perteneciendo a la demarcación provincial de Barcelona, accesibles a algo más de una hora en coche.