A tan solo 20 minutos de Barcelona, Can Borrell se presenta como una escapada ideal para quienes buscan buena gastronomía y tranquilidad en plena naturaleza.
Ubicada en el término municipal de Sant Cugat del Vallès y rodeada por el Parque Natural de Collserola, esta masía tradicional se ha consolidado como uno de los destinos más valorados por quienes desean saborear cocina catalana auténtica sin salir del área metropolitana.
Cocina catalana con raíces
Can Borrell no es un restaurante al uso. Su entorno, perfectamente integrado en el paisaje, y el respeto por las recetas de siempre la han convertido en un pequeño refugio para familias, grupos de amigos y visitantes que desean alejarse del ruido sin renunciar al buen comer.
La propuesta gastronómica se centra en la brasa -alimentada con leña de encina y roble- y en una carta basada en productos de proximidad y platos clásicos del recetario catalán.
Masia Can Borrell de Sant Cugat
Entre sus especialidades destacan las carnes a la brasa, las verduras de temporada y elaboraciones como los pies de cerdo o el chuletón.
Platos que, según cuentan los comensales habituales, llegan a la mesa con raciones generosas y un sabor que remite a la cocina de siempre.
“La comida estaba riquísima. Destacando el chuletón y los pies de cerdo. Además, venían muy buenas raciones, sin palabras”, explicaba recientemente un grupo de amigos tras una comida entre semana.
Hasta 15 menús distintos
Pero lo que realmente distingue a Can Borrell no es solo su carta, sino el entorno en el que se ubica y la versatilidad de su oferta.
La masía cuenta con diferentes espacios, tanto interiores como exteriores, adaptables a todo tipo de eventos.
Masia Can Borrell de Sant Cugat
Desde bodas hasta calçotades, celebraciones familiares o encuentros de empresa, todo está pensado para acoger a grupos numerosos sin perder el encanto de una atención cercana y personalizada.
En total, ofrecen hasta 15 menús distintos para adaptarse a las distintas ocasiones, manteniendo siempre la esencia de la cocina catalana.
Rústico, acogedor y con buen servicio
El ambiente es otro de los puntos fuertes del restaurante. Can Borrell ha sido restaurada respetando su estética rústica original, lo que refuerza esa sensación de estar en un lugar con historia, con alma.
“Fantástico todo. Calçotada total. Es mi masía favorita. El servicio es impecable. Repetimos cada año”, compartía una clienta habitual en una de las reseñas mejor valoradas.
Masia Can Borrell de Sant Cugat del Vallès
Además del entorno natural, muchos destacan la profesionalidad del equipo. “El trato por parte del camarero Josep fue excelente. Por parte de la comida, espectacular. Nunca decepciona, pidas lo que pidas. Experiencia de maravilla”, escribía otro visitante.
Cómo llegar
La ubicación, pese a parecer escondida, es accesible tanto en vehículo privado como en transporte público.
Desde Barcelona, el trayecto en coche se realiza por la carretera del Velòdrom d’Horta (BV-1415), y en apenas media hora se llega a la entrada del parque, donde una pista forestal bien señalizada lleva directamente a la masía.
También es posible llegar en Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) hasta Sant Cugat, desde donde se puede emprender una caminata a través del bosque hasta el restaurante.