Tras un verano intenso marcado por la Eurocopa, Aitana Bonmatí ha encontrado tiempo para desconectar sin salir de Catalunya.
La mediapunta del FC Barcelona, recientemente reconocida como la mejor jugadora del mundo, optó por unas vacaciones cercanas, combinando rutas de montaña en el Pirineo con días de mar en la Costa Brava.
La jugadora Aitana Bonmatí
Primero compartió en redes sociales su escapada entre ríos, senderos y pueblos de alta montaña: “La calma de los Pirineos”, escribió. Lejos de lujos y grandes viajes, la futbolista eligió planes sencillos, terrenales y al alcance de cualquiera.
Cadaqués, su refugio junto al mar
Después de la montaña, Aitana puso rumbo a la costa. Su destino: Cadaqués, uno de los pueblos más famosos y pintorescos de Girona, a menos de dos horas de Barcelona.
Allí se dejó ver paseando por el paseo marítimo, disfrutando de las vistas a la bahía y relajándose en una casa con vistas privilegiadas.
En una de las imágenes que compartió, la jugadora lucía una camiseta con un mensaje claro: “I love Cadaqués”. Una declaración de amor al enclave mediterráneo que inspiró a Salvador Dalí y que sigue cautivando a artistas, turistas y, ahora también, a la Balón de Oro.
Pueblecito costero de Cadaqués (Girona)
Una futbolista que presume de raíces
No es la primera vez que Aitana reivindica su orgullo por Catalunya. En varias entrevistas ha defendido con firmeza su elección de expresarse en catalán, su lengua materna. “Criticar por hablar una lengua u otra no tiene lógica”, respondió recientemente a quienes cuestionan su uso del idioma.
La futbolista incluso ha participado en campañas en favor del reconocimiento del catalán en Europa, reafirmando su compromiso con la cultura de su tierra. Su escapada a Cadaqués encaja con esa filosofía: disfrutar de lo cercano, de lo propio y de lo que forma parte de su identidad.
Un verano a su medida
Entre amigos, naturaleza y mar, Aitana Bonmatí ha diseñado unas vacaciones alejadas del exceso, apostando por rincones emblemáticos de Catalunya que combinan sencillez y belleza.
El próximo reto que la espera será volver al césped con el Barça, pero lo hará con las pilas cargadas tras este recorrido por su tierra: primero la tranquilidad del Pirineo y, después, la magia blanca de Cadaqués, uno de los pueblos más icónicos del Mediterráneo catalán.