Santa Coloma de Gramenet lo tiene claro. La ciudad pondrá coto a los vehículos de movilidad personal (VMP) en la medida de lo posible. Lo que esté en su mano. Y así está siendo durante toda esta semana en diferentes puntos de la ciudad, donde la Policía Local realiza controles a diario.
Metrópoli ha acompañado a los agentes en uno de esos controles, que empezó este miércoles, 1 de octubre, en el paseo de la Salzereda, junto al río Besòs.
Bajo la mirada curiosa de los peatones que atravesaban la rotonda frente a la CIBA, un binomio de agentes del cuerpo daban la orden de detenerse a los conductores de patinete eléctrico que pasaban por la zona.
Identificaciones
Era un control específico de VMP, cada vez más habituales en la ciudad, y las sanciones no tardaron en llegar: uno de los primeros denunciados fue un hombre que circulaba con auriculares puestos. Una infracción prohibida por motivos de seguridad.
La estampa se repetía una y otra vez. Patinetes que frenaban en seco ante la señal de los agentes, conductores que mostraban el DNI con gesto resignado y curiosos que se arremolinaban para observar la escena.
En apenas media hora, varias personas habían sido identificadas, todas ellas por posibles incumplimientos de la normativa que regula este tipo de vehículos.
Control de patinetes en Santa Coloma de Gramenet
Conjunto con mossos
Tras ese primer dispositivo, la acción policial se desplazó a otro punto caliente: la rambla de Sant Sebastià, a la altura del barrio de Fondo.
Allí, el control subió un peldaño en intensidad con la presencia de efectivos de los Mossos d’Esquadra y la Unidad de Seguridad e Intervención Rápida (USIR) de la Policía Local. El ambiente era de máxima atención: los agentes paraban patinetes uno tras otro, sometiéndolos a comprobaciones de velocidad y manipulación.
Patinete trucado
Fue en ese punto donde se detectó el caso más grave de la jornada: un menor de 15 años conducía un patinete trucado capaz de alcanzar los 96 km/h. La cifra dejó atónitos incluso a los agentes, que no dudaron en inmovilizar el vehículo.
Poco después, otro conductor fue interceptado cuando circulaba a 45 km/h, también muy por encima de los 25 km/h permitidos por la normativa.
Control de patinetes en Santa Coloma de Gramenet
Una veintena de identificados
En total, entre los dos dispositivos desplegados en la ciudad se pararon a unas 20 personas, todas ellas conductores de patinetes eléctricos.
El objetivo, subrayan fuentes municipales, es reforzar la seguridad vial y poner freno a la proliferación de vehículos manipulados que ponen en riesgo tanto a sus usuarios como al resto de ciudadanos.
Control de patinetes en Santa Coloma de Gramenet
Presión al patinete
La jornada cerró con la sensación de que este tipo de operativos han llegado para quedarse, por lo menos hasta que entre en vigor --en enero de 2026-- la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil.
“La mayoría de personas cumplen, pero cada día nos encontramos casos de riesgo extremo”, resumía un agente tras varias horas de control.
En Santa Coloma, los patinetes son ya parte del paisaje urbano; la clave, recuerdan desde la Policía Local, es que lo sean sin convertirse en una amenaza sobre el asfalto.
