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Ni los lujosos comedores de Sarrià ni los templos clásicos del Eixample. Cuando el Barça busca un respiro lejos de los focos, el destino elegido no está en el corazón de Barcelona, sino a apenas 25 minutos en coche: Can Ferran, una masía ubicada en Sant Quirze del Vallès que se ha convertido en punto de encuentro habitual para las figuras más influyentes del banquillo azulgrana.

El restaurante, de estética tradicional y alma catalana, ha pasado de ser un secreto a voces entre gourmets a convertirse en el refugio gastronómico de los técnicos del FC Barcelona.

Primero fue Xavi Hernández, que celebró allí varias comidas con su cuerpo técnico y con la plantilla. Ahora, su sucesor, Hansi Flick, ha seguido los pasos del egarense para convertir Can Ferran en su lugar de confianza fuera del terreno de juego.

Hansi Flick en una imagen de archivo WIKIPEDIA

Las visitas de Hansi Flick

El entrenador alemán, acompañado de parte de su staff, ha visitado el establecimiento en diversas ocasiones, una de ellas durante el pasado mes de septiembre.

Según fuentes del club, el objetivo de estos encuentros es compartir un almuerzo distendido y analizar la situación del equipo.

Platos del restaurante

Entre los platos más célebres figuran la butifarra con judías del ganxet, los caracoles a la llauna, el bacalao con samfaina, el cordero a la brasa o la esqueixada de bacalao.

Todo preparado con productos de proximidad y en un entorno que respira historia: la masía, restaurada hace más de dos décadas, conserva su estructura original de piedra y madera, y ofrece varios salones privados, amplias terrazas y un gran aparcamiento, algo muy valorado por los comensales más conocidos.

La masia de Can Ferran, en Sant Quirze del Vallès, en una imagen de archivo MASIA CAN FERRAN

Lugar de encuentro de famosos

El local ha acogido en los últimos años numerosas reuniones informales del entorno azulgrana. Pep Guardiola fue uno de los primeros en frecuentarlo, y desde entonces el restaurante ha mantenido un vínculo especial con el club. Se trata de un lugar tranquilo, familiar y sin cámaras. Aquí no hay flashes ni paparazzi, solo buena comida y discreción.

Flick, que lleva más de un año residiendo en Barcelona —en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi—, parece haber heredado parte del espíritu de sus predecesores. Quienes lo conocen aseguran que disfruta del ritmo pausado de la ciudad y que valora la hospitalidad catalana.

Su elección de Can Ferran no es casual: el técnico busca espacios donde la conversación y la convivencia pesen tanto como el menú.

Interior del comedor del restaurante de Can Ferran MASIA CAN FERRAN

Alejarse del lujo

Más allá del fútbol, la elección de este restaurante revela una tendencia creciente entre los deportistas y entrenadores de élite: apostar por la autenticidad y la tranquilidad frente al lujo ostentoso. En lugar de los clásicos como Botafumeiro o Via Veneto, Can Ferran representa una manera distinta de disfrutar la gastronomía: sin pretensiones, pero con identidad.

El propio Xavi Hernández, un habitual del restaurante desde que era jugador, fue quien recomendó el lugar a varios compañeros durante su etapa como entrenador. En más de una ocasión, organizó allí comidas de equipo o celebraciones privadas con amigos del club.

Hoy, Flick parece seguir el mismo camino, utilizando el restaurante como espacio para construir cohesión y confianza dentro del vestuario alrededor de una mesa de madera, entre risas, brasas y platos de cocina catalana. 

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