Publicada
Actualizada

Los terrenos del antiguo prostíbulo Riviera Club han despertado el interés del sector hotelero. Una promotora privada –de la que no ha trascendido el nombre– se encuentra en proceso de negociación con el Ayuntamiento de Castelldefels para construir un hotel.

Lo han confirmado fuentes municipales a Metrópoli, quienes han precisado que todavía no se ha aprobado la licencia de obra. El proyecto, que se ubicaría en el número 92 de la avenida de Castelldefels, está en revisión, pendiente de los informes de Bomberos y Carreteras.

Para esta localidad barcelonesa, del burdel que sacó a la luz una de las caras más crudas de la trata de blancas tras su implicación en un escándalo de corrupción policial no queda más que un solar abandonado. Y pronto, tan solo será un recuerdo en la memoria de quienes lo vieron abierto.

Imagen de archivo del antiguo Riviera Club, el mayor y grande prostíbulo de España Archivo

Cuando el club cerró en 2009 por orden judicial, la empresa explotadora, Restaurante Hotel Riviera SL, se declaró en concurso de acreedores. En el proceso de liquidación, sus inmuebles fueron adquiridos por TQ-MR Family SL, empresa patrimonial de Antoni Quintana, un conocido asesor financiero de Girona. Hace apenas un año, el 2 de agosto de 2024, vendieron los terrenos, según confirman a este medio.

La empresa Restaurante Hotel Riviera SL estaba encabezada por Antonio Herrero Lázaro y José Vera Ruiz, dos destacados empresarios de la prostitución que regentaban otros burdeles en la Comunidad Valenciana y en Madrid.

La Audiencia de Barcelona les condenó a ocho años de cárcel por los regalos que efectuaron a mandos policiales encargados de la inspección de sus locales, pero el Tribunal Supremo les retiró las penas.

Escándalo de corrupción policial

El cierre del Riviera supuso el fin de uno de los mayores prostíbulos del país. El club de alterne abrió sus puertas en 1993 bajo la denominación de restaurante-hotel. Justo enfrente, ese mismo año, se inauguró el Saratoga, otro burdel propiedad de los mismos dueños.

El Ayuntamiento argumentó entonces que la licencia no correspondía con la actividad que se desarrollaba en el local, y el asunto llegó hasta los tribunales. Ambos prostíbulos solicitaron al consistorio la licencia de actividad de club con habitaciones, que fue aprobada por la comisión de gobierno municipal encabezada por el alcalde socialista Agustín Marina.

En 2004, los propietarios pidieron adecuarse a la nueva normativa que regulaba los locales de pública concurrencia donde se ejercía la prostitución, establecida por la Generalitat. El Ayuntamiento –entonces también bajo gobierno socialista, con Antonio Padilla como alcalde– les concedió la licencia por silencio administrativo.

Esta decisión fue duramente criticada por la asociación de vecinos de Gran Via Mar, que denunció al gobierno municipal por otorgar una licencia incompatible con un barrio de carácter residencial.

En marzo de 2009, a raíz de una investigación por corrupción policial, el Juzgado de Instrucción número 33 de Barcelona ordenó la clausura temporal del Riviera y del Saratoga.

Cerco a los prostíbulos

En junio de 2009, el Ayuntamiento aprobó la Ordenanza Municipal de Civismo y Uso del Espacio Público, que establece que “no se concederá ninguna licencia de apertura para establecimientos de pública concurrencia donde se ejerza la prostitución si los locales no guardan una distancia mínima de 3.000 metros en línea recta respecto a centros docentes y locales de ocio destinados a menores”.

En enero de 2012, el gobierno municipal –entonces liderado por Manu Reyes– decidió personarse como acusación popular en el proceso judicial abierto contra los clubes. Dos años después, la Junta de Gobierno Local aprobó la caducidad de las licencias municipales del Riviera y del Saratoga.

Imagen de archivo del Riviera Club de Castelldefels precintado Aj Castelldefels

Tras el juicio, celebrado en 2014, se hizo pública la sentencia del caso, mediante la cual se decretaba la clausura definitiva de los establecimientos Saratoga y Riviera, así como la disolución de las sociedades Pereseba SCP, administradora del Saratoga, y Restaurante Hotel Riviera SA.

Finalmente, en marzo de 2016, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) confirmó la suspensión definitiva de la licencia de actividad del Riviera Club.

Derribado hace cinco años

En 2020, tras años de abandono, se derribó el Riviera, ubicado frente a la autovía de Castelldefels, una zona que durante años fue punto habitual de prostitución callejera en la localidad. Desde entonces, los terrenos han permanecido abandonados y sin ningún tipo de uso.

En febrero del año pasado falleció, a los 72 años y tras una larga enfermedad, José Moreno Gómez, antiguo propietario del Riviera. Murió en medio de acusaciones por fraude y a la espera de juicio en la Audiencia Nacional en el marco de la Operación Pompeya. Moreno se enfrentaba una pena de hasta 52 años de prisión por parte de la Abogacía del Estado y diez años por parte de la Fiscalía.

El empresario también era propietario del Paradise, en La Jonquera, uno de los prostíbulos más conocidos del país y que continúa actualmente en activo.