El exalcalde de Badalona, Àlex Pastor, ha roto este 2025 el silencio y ha ofrecido un relato estremecedor sobre lo que vivió tras su detención en abril de 2020.
Lo ha hecho en una entrevista al diario El Punt Avui en la que ha confesado que, durante meses --incluso años--, vivió “una doble vida”: por el día, alcalde de Badalona con responsabilidades institucionales; por la noche, un hombre atrapado por el alcohol, la depresión y la culpa. “Bebía para olvidar y bebía llorando", ha admitido sin rodeos.
Álex Pastor posa en su antiguo despacho en el Ayuntamiento de Badalona / LENA PRIETO
La noche que lo cambió todo
La madrugada del 21 de abril de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia, Pastor fue detenido por los Mossos d'Esquadra en un control de tráfico en Barcelona, en el que presentaba claros síntomas de embriaguez.
Según la versión oficial, el socialista se negó a hacer la prueba de alcoholemia, se encaró a los agentes e incluso mordió a uno de ellos.
Al día siguiente, el entonces alcalde dimitió, asumiendo las consecuencias políticas. Pero lo que pocos imaginaban era que ese episodio desencadenaría una crisis personal profunda.
Depresión y adicción
Durante años, Pastor lidió con ansiedad, culpa y un alcoholismo que se intensificó tras su divorcio y la presión del cargo. Según su testimonio, bebía “una media de 10 o 12 latas de cerveza cada noche”, sentado en el trastero de su casa, intentando evadir un dolor constante.
El exalcalde combinaba la rutina política con noches de autodestrucción. “De día era alcalde de Badalona, de noche bebía compulsivamente, escondido y llorando", ha rememorado en la entrevista.
Pensamientos suicidas
Pastor también ha confesado que llegó a contemplar el suicidio: “Llegué a situaciones límite”, ha reconocido.
Álex Pastor, durante su toma de posesión / EUROPA PRESS
Según él, aquella doble vida --la pública y la privada-- le impidió recibir ayuda a tiempo, incluso cuando su entorno esperaba una conducta ejemplar. “Mientras era alcalde, nadie podía saber lo que pasaba --llevaba una vida oculta-- y lo habría negado todo”, ha afirmado.
Del calabozo al camino de la recuperación
Tras su detención, Pastor fue liberado provisionalmente y finalmente acordó con la Fiscalía una condena que, en la práctica, no implicó ingreso en prisión: ocho meses de cárcel (suspendidos), multa y retirada temporal del carné de conducir.
Pero el mayor daño fue interno. Pastor se sintió “de uno de los más poderosos de la ciudad a estar incomunicado en un calabozo”. Aquella noche cambió su vida.
Àlex Pastor, exalcalde de Badalona (PSC) / EUROPA PRESS
Hoy, gracias a tratamiento psicológico y al apoyo de su entorno --incluidas sus hijas--, afirma haber dejado atrás el alcohol, la depresión y la “fobia social”. Se reconoce: “Hoy soy de nuevo el Àlex de siempre”.
Una advertencia: la salud mental no es un lujo
Con su testimonio --y con su libro 'Foc', que narra su caída y su recuperación--, Pastor pretende lanzar un mensaje claro: las apariencias engañan. Detrás de un cargo público, de una imagen institucional, puede esconderse un sufrimiento profundo.
El exalcalde ha admitido sus errores, asume las consecuencias, pero ha reivindicado que en casos como el suyo debe haber más empatía, y mejores mecanismos de apoyo ante la depresión y las adicciones.
