Los más veteranos se acordarán de una famosa película, La Cabina, filmada en los años 70 del siglo pasado bajo la dirección de Antonio Mercero y protagonizada por José Luis López Vázquez. Es muy probable que los más jóvenes ni siquiera recuerden que había cabinas telefónicas. La llegada de los móviles ha acabado con la práctica totalidad de las cabinas telefónicas públicas que hasta hace unos años formaban parte habitual del paisaje urbano.
Por eso, salvar la última cabina telefónica que queda en pie en Barcelona es una obligación. Y los vecinos de Sant Genís dels Agudells, en el distrito de Horta-Guinardo, lo han logrado.
Han decidido que debe salvarse y que su futuro debe ser como un intercambiador de libros, un lugar en el que cualquier persona puede dejar libros para que otras los cogan, los lean y los vuelvan a intercambiar con otros lectores. Una buena forma de promover la lectura.
Ese ha sido el resultado de la votación promovida por la iniciativa ciudadana que no quería ver desaparecer la última cabina de la ciudad. Aunque la victoria de esta opción ha sido por la mínima ya que la posiobilidad de que se convirtiera en un teléfono de civismo ha quedado en segunda posición por tan sólo tres votos.
La votación se ha llevado a cabo durante las últimas semanas en el Centre Civic Casa Groga y fue impulsada en su día por la Asociación de Vecinos de Sant Genís dels Agudells.
TRASLADO
Ahora solo falta decidir la ubicación en la que quedará instalada de forma definitiva la cabina. En la actualidad se encuentra en la calle Lledorner, en la esquina con la calle Judea. Sin embargo, está previsto un cambio de ubicación y, por el momento, hay dos opciones que parecen tener más posibilidades: situarla en la plaza de Meguidó, tal y como pide la asociación de vecinos, o al lado del Centre Civic Casa Groga, aunque la decisión final no de tomará hasta dentro de un tiempo.
De esta manera, la cabina telefónica número 8595A se mantendrá en pie, aunque con una función muy diferente a la que tuvo en su origen.