Era un complemento alimenticio, considerado un medicamento ilegal, pero ellos lo vendían como si se tratara de un remedio contra la disfunción eréctil. Ya les habían retirado otros dos productos de características similares, ante lo que hacían era cambiarle el nombre para volver a ponerlo a la venta. Finalmente, los Mossos d'Esquadra les han detenido y acusado de un delito contra la salud pública.
Se trata de tres hombres de 34, 69 y 73 años, tras una investigación iniciada el 19 de enero después de que la Consellería de Salud les advirtiera de que empresa de Barcelona comercializaba un complemento llamado 'Natherb' que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) considera ilegal porque contiene principios activos propios de una medicina, con sus contraindicaciones e interacciones.
En la investigación los Mossos constataron que la empresa, con un almacén ubicado en el distrito de Horta Guinardó, se publicitaba en su página web como la distribuidora en toda Europa de este producto, supuestamente fabricado en Estados Unidos.
Tras una inspección de la sede de la compañía, el Servicio de Control Farmacéutico y Productos Sanitarios de la Generalitat encontró indicios de que no sólo distribuía, sino que también fabricaba ese complemento alimenticio.
RETIRADA DE OTROS PRODUCTOS
La empresa ya tuvo que retirar en 2002 y 2014 dos productos con características similares por orden de la Aemps, y los Mossos calculan que en los últimos 10 años han comercializado entre dos y tres millones de cápsulas del complemento cambiándole el nombre -'Natherb', 'Haqter-Q' y 'Actra-SX'- cuando se le obligaba a retirar el producto.
Por todo esto, los Mossos detuvieron el 25 de enero al administrador de la compañía, uno de los apoderados -su hijo- y a uno de los empleados, el mismo día que entró y registró dos locales de la empresa en el distrito barcelonés de Horta-Guinardó.
Encontraron 24.000 cápsulas que se estaban preparando para su distribución y elementos para fabricarlas, empaquetarlas y repartirlas: dos máquinas para los blísteres, dos troqueladoras y una máquina para llenar las cápsulas con la composición química.
Los tres detenidos, de nacionalidad española, fueron denunciados por fraude al consumidor, pasaron a disposición judicial el 27 de enero, y el juez decretó su libertad con cargos.
La fabricación y la distribución de este tipo de productos se considera un delito contra la salud pública, por lo que los Mossos mantienen abierta la investigación y no descartan nuevas detenciones.