Mientras las ventas de Amazon siguen aumentando y las grandes superficies se abarrotan en los días previos a las fiestas de Navidad, desde el pequeño comercio de barrio tratan de retener a la clientela para no sucumbir al cambio de paradigma en las compras.

Bien lo saben en el barrio de Horta, donde muchos comercios han tenido que cerrar en los últimos años. Calles tan transitadas como Baixada de la Plana cuentan con varios locales vacíos. Los que quedan abiertos tratan de sobrevivir con una oferta más personalizada y atenta que sus grandes competidores.

VÍDEO CON AMATEURS

Para hacer visible su trato 'cercano', desde la asociación de comerciantes Cor d'Horta han grabado un corto de poco más de tres minutos en el que tratan de fomentar el consumo de proximidad en el barrio. Para ello han contado con un presupuesto bajo, actores amateurs y voluntarios.

El vídeo lo ha realizado una productora profesional y en él se ve como cada día una madre con su hija cruzan la plaza Eivissa y atraviesan las galerias d'Horta, en las que un comerciante está cerrando su negocio de juguetes.

 
El corto se resuelve cuando la interacción del juguetero con la pequeña le hace cambiar de idea y reabrir su negocio, provocando la expectación de los vecinos y la alegría de la pequeña. Una historia con final feliz que cada vez cuesta más de creer en una sociedad en la que la facilidad para comprar desde el sofá de casa provoca que los pequeños comercios pierdan clientes día a día y tengan que bajar la persiana.

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