Miembros del antiguo huerto okupado de El Brot, ubicado en el Baix Guinardó, han increpado a la regidora de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, por el desalojo de la zona para su reconversión en un aparcamiento provisional.

Los hechos se han producido en el Consejo de Distrito de este jueves, en el que se ha aprobado una proposición de ERC con votos a favor de esta formación y de Barcelona en Comú para "acelerar las negociaciones del desarrollo del proyecto de urbanización" de la zona donde se encontraba el huerto okupado, así como para llegar a un "acuerdo definitivo" para conocer el futuro de este espacio mediante "un espacio de diálogo con el vecindario y todos los agentes del entorno".

La concejal socialista impulsó la reconversión de esta zona después de recibir numerosas quejas vecinales debido a la suciedad y las molestias constantes por lo que, a falta de un acuerdo entre okupas y residentes, optó por defender los derechos de los vecinos que viven alrededor de la zona, en el Torrent del Lligalbé.

"CACICADA" DE LOS COMUNES

Alarcón ha sido clara para explicar el motivo de fondo que ha impedido que en el presente mandato no haya podido tirar adelante el proyecto previsto para la zona, basado en la creación de vivienda pública y zonas verdes. "Venimos de una cacicada de la comisión de gobierno de 2018 en la cual se aprobó una reparcelación en la que había el gobierno de los comunes sin ningún tipo de diálogo con los vecinos del entorno", ha señalado.

La edil del PSC ha ido más allá, y ha recordado que un bloqueo de Janet Sanz ha impedido alcanzar un acuerdo. "No hemos llegado a acuerdos porque tenemos un bloqueo de la regidora Janet Sanz en la concejalía de Ecología Urbana", ha asegurado.

Guardia Urbana en el desalojo del huerto 'okupado / CEDIDA

ALARCÓN, INCREPADA

Los miembros del antiguo huerto okupado han convertido el plenario en una sesión bronca. Mediante interrupciones constantes, incluso en puntos que nada tenían que ver con esta cuestión, han increpado a Alarcón mediante gritos e insultos, y han puesto a prueba la paciencia de Max Zañartu, presidente del consejo de Horta-Guinardó, quien ha estado a punto de declarar un receso debido a la imposibilidad de llevar a cabo las intervenciones con normalidad.

Durante los turnos de palabra, ha intervenido una vecina cuya vivienda da al antiguo huerto, y ha relatado la pesadilla que supuso para los vecinos de la zona. "Los vecinos con fincas que dan a este espacio no lo queríamos, teníamos alboroto hasta las 12 de la noche".

Esta residente, además, ha recordado a los miembros del colectivo que no entraron a la finca "porque la puerta estaba abierta", sino que la "reventaron" para acceder al espacio.