Barcelona propone multas a los organizadores de fiestas ilegales en los búnkers del Carmel. Así lo ha explicado la concejal del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, que ha dicho que "si hace falta se pondrán sanciones" a los organizadores, aunque por ahora apuestan desde el Ayuntamiento por requisar altavoces y luces, ha dicho.
En declaraciones a TV3 este miércoles, Alarcón ha detallado que no se han puesto las multas porque cuando la Guardia Urbana avisa a las personas de que no se puede beber allí, dejan de hacerlo.
Los vecinos celebran que por fin se empiece a visibilizar el calvario que viven, sobre todo, los fines de semana. Ya no solo por las fiestas ilegales, sino por todas las consecuencias asociadas a éstas: la entrada y salida de taxis constante, la basura que dejan los asistentes y la degradación de la zona.
El desalojo de casi 1000 turistas el pasado fin de semana es solo la punta del iceberg. Tal como explicaban fuentes vecinales a Metrópoli "ha quedado demostrado, como ya veníamos advirtiendo, que las medidas del Ayuntamiento para controlar la masificación turística en la zona son más que insuficientes". De hecho, la situación en la que se encuentran es tan límite que en el último Consell de Barri, los residentes acabaron a gritos boicoteando en acto municipal.
LÍMITE DE ACCESO
Para la edil socialista, la valla que limita el acceso no es la solución definitiva para erradicar este problema, que tanto malestar genera entre los vecinos. No obstante, cree que mejorará la situación de manera provisional. Alarcón aboga por las medidas a corto plazo y la presencia de los efectivos de la Guardia Urbana hasta que se encuentre un plan definitivo para acabar con las fiestas ilegales en los búnkers.
Los vecinos exigen más vigilancia en los búnkers del Carmel / HUGO FERNÁNDEZ
PRESIÓN POLICIAL
Ha reconocido que "el turismo en los barrios es una apuesta que 12 años después se ve que no ha funcionado demasiado" al haber generado, a su juicio, alguna externalidad negativa, y ha diferenciado el turismo cultural del que organiza este tipo de fiestas.
"La presión policial se está reflejando", ha afirmado la edil responsable del distrito, que ha dicho que seguirán por esta vía, en una situación que no puede modificarse de un día para el otro, sino que pasa por cambiar la cultura del visitante, en sus palabras.